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FABIO WASSERMAN: ES UN ERROR TIRAR POR LA BORDA A SARMIENTO
A 133 AÑOS DE SU MUERTE

FABIO WASSERMAN: ES UN ERROR TIRAR POR LA BORDA A SARMIENTO

Por leopoldo coda / 8 de September, 2021
El investigador dijo que hacerlo implica también tirar por la borda cómo se constituyó Argentina.



El historiador e investigador del Conicet, Fabio Wasserman, manifestó que “el hecho de que sigamos hablando de Sarmiento indica que fue muy importante para nuestro pasado y nuestro presente”. A pocos días de cumplirse el aniversario 133 de su muerte, planteó que “es un error tirarlo por la borda, porque es tirar por la borda cómo se constituyó Argentina”. En ese sentido, planteó que “hay que hacerse cargo porque somos resultado de toda la historia”.

En declaraciones a Historia Nocturna, expresó que “es imposible que no haya contradicciones en su figura porque estamos hablando de alguien que tuvo un desempeño muy importante en la vida política-intelectual no solo de Argentina sino de Hispanoamérica durante varias décadas, que escribió uno de los libros más importantes del siglo XIX (Facundo) y que además fue presidente del país”.

Por Radio Provincia, Wasserman manifestó que “Sarmiento no se ataba a esquemas preconcebidos” y por eso también caía en contradicciones, “si bien nosotros tenemos una idea esteriotipada y lo reducimos a ‘civilización o barbarie’”. No obstante, aclaró que “esto no quiere decir que tengamos que exculparlo de las cosas que hoy nos parece horribles desde el punto de vista moral e ideológico y que en ese mismo momento eran horribles”.

El historiador señaló que ex mandatario “tenía un proyecto de país muy inclusivo en el sentido de que pensaba que había que darle la tierra, la educación y una ciudadanía plena a los inmigrantes. Y por otro lado excluía a los pueblos originarios y a los gauchos. Y, además, cuando al final de su vida se topó con los inmigrantes que llegaron al país y no la que había querido, también lo veía con cierto horror”.

Por otra parte, señaló que el personaje “tiene peleas muy fuertes con la Sociedad de Beneficencia y con la iglesia porque administraban la educación, mientras él quería que fuera el Estado el que regulara los contenidos, y también planteaba que tenía que cobrar impuestos específicos para crear instituciones a las que tenían que ir todos los chicos”.