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MYRIAM SOUTHWELL PRESENTÓ SU LIBRO CEREMONIAS EN LA TORMENTA
HISTORIA NOCTURNA

MYRIAM SOUTHWELL PRESENTÓ SU LIBRO CEREMONIAS EN LA TORMENTA

Por leopoldo coda / 27 de October, 2021
La investigadora estudió el trabajo docente a lo largo de la historia del país. Explicó que “van construyendo una postura que tiene distintas posiciones, como sujetos individuales en un mismo colectivo”.


La investigadora principal del CONICET, Myriam Southwell, presentó su libro Ceremonias en la tormenta. 200 años de formación y trabajo docente en Argentina. La autora explicó que “fue una necesidad que se fue planteando con los años en relación a poder tener una narración larga y densa sobre el modo en que se fue conformando el trabajo docente, que es tan central del sistema educativo pero también de la cultura política y un actor central en el desarrollo del país”. En ese sentido, destacó que en su trabajo trazó "una dimensión que muestra continuidades, cambios, alteraciones y nociones centrales como modernización, educación integral, profesionales, que fueron tomando distintas formas a lo largo de la historia y se fueron ensayando distintas maneras de plantear esos debates”.

Por Radio Provincia, destacó que se trata de un trabajo de 560 páginas que “reúne elementos para mirar el trabajo docente en las diferentes etapas”. Afirmó que su propuesta “junta la formación docente y el trabajo, y la dimensión institucional con la dimensión identitaria a través de la sindicalización; el diálogo de los docentes con el surgimiento de los medios de comunicación; cómo disputaron en el marco del debate pedagógico y político desde distintas nociones. Es decir, busca mirar la estructuración de la noción docente en diálogo con su tiempo”.


Southwell incluyó la palabra ‘ceremonia’ en el título de su obra a partir de la poética del Indio Solari. Resaltó que “una ve a lo largo del trabajo docente que hay una producción de una instancia, un evento, un acto que sucede en ese pasaje, que es del orden de la ceremonia. Es entregar algo, ponerlo a disposición y que se produce algo que no existía previamente. Esto no sucede en un lecho de rosas, ni en nuestro país ni en el mundo, sino que ha sido en escenarios muy difíciles, cambiantes, disruptivos, complejos (por eso el agregado de la tormenta), pero a la vez producir ese espacio cuidado para legar, formar y reconocer generacionalmente a los otros”.

La investigadora señaló que “el siglo XIX tiene la búsqueda de darle institucionalidad y raigambre desde la cultura a la pretensión de la civilización. Esa idea construye fronteras y modos de decir respecto de que tales conocimientos no son correctos, por ejemplo la existencia de los pueblos originarios como aquellos que no educaban, ‘el desierto que no educa y es una amenaza que hay que intervenir’”. En tanto, describió que “en el comienzo del siglo XX hay una transformación profunda en el sentido de desarrollar saberes técnicos, específicos y vinculados a la profesionalización. En ese momento se dejó de lado los saberes del trabajo y los saberes de la cotidianeidad porque fueron considerados de menor valor”. Luego, promediando el siglo XX “surge la pregunta de qué hacer con las masas. En el medio hay una disputa fuerte con los sectores eclesiásticos, que van perdiendo la hegemonía pero que buscan incidir de diferentes maneras”.

Por otro lado, la autora de Ceremonias en la tormenta argumentó que durante la experiencia educativa en el país “no hubo una determinación absoluta a los procesos políticos. Hay disputas, peleas, desobedecen, traducen las políticas de otras maneras. Puestos a mirar la historia, toman una posición activa que no es desde el vacío sino que está determinada por su posición y las políticas estatales. Van construyendo una postura que tiene distintas posiciones de sujeto, en una misma ubicación, en una misma persona y en un mismo colectivo”.