En este tono manifestó que “hay una represión brutal y se declara el estado de emergencia, tenemos 56 asesinados en las protestas y 700 heridos. Ante esto, la presidenta Dina Boluarte respondió con mayor represión”.
Durand comentó que la gente se trasladó “a Lima a protestar, hay una sensación que protestas en tu región y no te escuchan. La clase política aquí es muy centralista. Ese desplazamiento de miles de personas del pasado sábado, ha llegado a ocupar universidades”.
La ex ministra de las mujeres del Perú, durante la gestión de Pedro Castillo aseveró que “es una situación de represión muy dura e inestabilidad política. La gente tiene propuestas concretas para que renuncie Boluarte, que se cierre el Congreso, se adelanten las elecciones y se consulte una nueva Constitución”.
Durand explicó que ahora “hay un régimen cívico militar, que agrupa a las Fuerzas Amadas y Policía y los partidos que perdieron las elecciones de la derecha son los que están sosteniendo a la presidenta peruana. Hay una lamentable labor represiva”.
En relación a las encuestas precisó que “el 60 % de la población está de acuerdo que Pedro Castillo salga en libertad. Hay una sensación de injusticia por la manera que fue detenido y le levantaron los fueros de manera anticonstitucional”.
Asimismo contó que “en la constitución del 2001 no se hacen cambios porque estaba hecha a la medida de Fujimori. Los presidentes no se sostienen porque en la ley, no hay equilibrio de poderes. Sólo dos fueron elegidos por el voto popular y el resto fueron por maniobras en el Congreso.
Y subrayó que “la democracia peruana tocó fondo, por eso la demanda más fuerte es la de una nueva Constitución".
Por otro lado, sobre Pedro Castillo precisó que “es un profesor campesino, elegido por los sectores movilizados y que fue tratado desde los grandes medios con un alto nivel de racismo. La gente siente ese agravio como propio”.
No obstante, precisó que “el discurso de la presidenta señala que se trata de un reclamo de un sector minoritario, eso confronta y genera un desprecio a un sector importante de la población. La clase política sigue criminalizando la protesta”.