Las tradicionales lanchas amarillas, reconocidas por su característico color, son una nave cuya eslora se sitúa entre los 9 y los 15 metros, con una manga de entre 4 y 6 metros. Inicialmente esta nave era de color blanco, lo que provocó muchos problemas pues no se podía ver claramente desde la costa. Se perdieron barcos enteros con tripulaciones.
Asimismo recordó que "el pescador no valora, es como un boxeador que le pegan y quiere volver al ring. Los mejores momentos de mi vida los pasé en el mar. Estuve más de tres meses con tripulaciones coreanas”.
Tito" García puntualizó sobre la depredación que hay en la actividad y detalló que “se hizo históricamente. Hemos tirado mucho pescado al agua, por exceso de pesca o porque no era comercial. Hoy la llevan a cabo los barcos extranjeros y el Gobierno sabe perfectamente lo que está pasando en la zona pesquera”.