A la espera del veredicto que el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores brindará el próximo 6 de febrero, el abogado querellantes de la familia de Fernando Báez Sosa, desestimó el alcance del alegato de Hugo Tomei, a cargo de la defensa de los acusados. Además, Fabián Améndola adelantó que si el fallo no es el esperado, lo apelarán.
En declaraciones a Con Quién hay que Hablar, afirmó que este caso se encuadra dentro de la figura de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y alevosía”, por cuanto los agresores “se ponen de acuerdo de matar entre todos. Este acuerdo no requiere que exista un plan de larga data y puede ocurrir en el mismo lugar de los hechos”.
El letrado sostuvo que “el acuerdo está claramente acreditado porque hay una amenaza inicial de Thomsen a Fernando que se produce en el interior del boliche” y recordó que “una vez que salieron de Le Brique, hubo una agresión contra un tercero que no tiene nada que ver con el caso, pero que nos sirve para señalar que cuando ellos solamente quieren agredir en manada a una persona, le dan unas piñas y cachetazos” pero “esto no fue el caso de Fernando”.
Por el contrario, relató que “ellos se cruzaron de vereda y permanecieron 7 minutos alrededor de Fernando mientras estaba la policía ubicada en el lugar. Esperaron que se fuera e inmediatamente comenzaron el ataque de una manera coordinada con gente distribuida alrededor de la víctima y la atacaron de manera precisa. Le dieron dos golpes en la cabeza por la espalda, lo hicieron caer de rodillas a Fernando y sin capacidad de respuesta. Esa coordinación obviamente no fue espontánea”.
Respecto de lo que se denomina el dolo homicida, Améndola explicó que “hubo circunstancias previas concomitantes y posteriores al hecho que permiten afirmar que los 8 tuvieron la intención de matar”, por cuanto “se apostaron alrededor de Fernando emboscándolo y por el ejercicio de la violencia sobre la víctima. Es decir, una vez que estaba de rodillas prácticamente inconsciente, lo molieron a patadas en la cabeza por casi un minuto”.
En tanto, cuestionó el planteo de Tomei respecto a una posible violación al principio de incongruencia en los requerimientos de la acusación, debido a que “hubiera implicado un planteo de nulidad de la acusación”. Sin embargo, reveló que “después de que se escuchó el alegato de Tomei, el fiscal nos pidió que nos acercáramos a los estrados y específicamente le preguntó si estaba introduciendo un planteo de nulidad, y concretamente dijo que no”.
Por lo tanto, el querellante consideró que “fue una exposición para las cámaras porque no lo argumentó”, y agregó que “acá, la posibilidad de tener a todos los testigos y poder examinarlos con total libertad, termina dando un cúmulo de detalles mucho más importante que durante la declaración escrita”.
A su vez, enfatizó que “con sus críticas a los medios, él está evadiendo contestar lo que pasó esa noche. Y eso es tan claro que durante su alegato no se refirió a la prueba, salvo en algunas ocasiones de manera tangencial”. Para Améndola, “el hecho está recontra probado” y aseguró: “Nunca participé de un juicio con tanta cantidad de pruebas”.