En este sentido, expresó que la recurrencia de este objeto en sus obras como “La Casa del Tornado” se debe a que le interesa “mucho pensar que las casas de las personas tienen que ver un poco con ese recorrido vital”.
Por otro lado, la entrevistada reveló que según su punto de vista, "la poesía es muy carnal, creo que es algo que nos atraviesa. Tiene que ver con una implicancia en el cuerpo”.
Consultada sobre su escritura manifestó que “hay dos procesos: uno que es mucho más corporal según lo que te va diciendo la sangre y otro es la corrección de lo que uno escribe que es mucho más cerebral”.
En ese marco, la escritora adelantó que el libro que se encuentra escribiendo “habla casi 100% del cuerpo y qué nos pasa en él cuando la mente empieza a quebrarse. Es un libro que no pude escribir en poesía, está en narrativa”.
Por último, se refirió al club de lectura “Lazos familiares, una constelación literaria” que realizará junto a Mandolina Libros: “A mí me gusta mucho cómo se armó y lo primero que empecé a pensar es cuáles fueron los libros que me atravesaron el último tiempo” como Efectos Personales de Marina Mariasch, Parte de la Felicidad de Dolores Gil, El Corazón del Daño de María Negroni y Por Qué Volvías Cada Verano de Belén López Peiró.
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