En diálogo con Historia Nocturna, Rivas contó introdujo la cuestión exponiendo “técnicamente serían Programas de Transferencia Condicionada de Ingresos” y que la palabra “plan” quedó asociada “al primer plan vinculado a dar respuesta a la cuestión del desempleo en la argentina en 1996 cuando se instala en nuestra sociedad la desocupación como un problema de agenda pública luego de la venta del patrimonio, de la desindustrialización, de todas las políticas neoliberales implementadas desde la dictadura y consolidadas en el Menemismo”.
Ante ese escenario, “la desocupación irrumpe en la agenda y surge como respuesta del estado el Plan Trabajar”, agregó, al tiempo que sostuvo “hay una primera definición de la política social muy clara de los 90´ que es contener el conflicto social y dar respuesta a una demanda que iba a ser creciente. Y efectivamente el deterioro de los indicadores económicos productos de las políticas neoliberales terminó en la crisis de 2001 y 2002. La otra gran política socio laboral más masiva la desintegración del tejido social el más masivo fue el Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados de la presidencia interina de Duhalde que tenía 2 millones 200 mil beneficiarios. Y ahí tenía la contraprestación de desarrollar tarea laboral los municipios o distritos con la participación de las organizaciones, siempre la política social se construyen con las organizaciones del territorio”.
Las condiciones políticas propiciadas por las definiciones del Presidente Néstor Kirchner desde 2003 que plantearon “un cambio en la estrategia de desarrollo con un quiebre en las políticas de consenso con Washington”, abrieron una etapa de industrialización, sustitución de importaciones y generación de empleo.
“Ello permitió generar en 12 años 6 millones de puestos de trabajo, y en cuanto al programa Jefas y Jefes se fue desarticulando. “Cuando terminó el período kirchnerista de 2 millones quedaron 200 mil que se llamaron Argentina Trabaja y Ellas Hacen”, indicó, para luego afirmar que con durante la etapa en la que gobernó Mauricio Macri “hubo un retorno a la política social no como promotora de derechos, sino como garante de la paz social en un país que se endeuda, cierran las pymes”.
Seguido, citó un discurso de la dos veces presidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner propone el desafío de “cómo volver a pensar un país que controle el mercado de capitales, el mercado laboral, y que intervenga en la relación capital y trabajo para la producir empleo y promoción en ese camino de creciente, y no tener que renunciar a la idea de movilidad ascendente con distribución del ingreso, y por lo tanto cristalizar lo que la política social viene a combatir que son las sociedades excluyentes y distributivas”.
Tras destacar que “los programas de empleo son una conquista de las organizaciones sociales, los sindicatos, iglesias, asociaciones civiles, sociedades de fomento”, mencionó que “las organizaciones sociales crecieron tanto que se autonomizaron de la política, por lo cual se desvirtúa la función del estado”, considerando necesario un equilibrio en la cuestión.