En diálogo con Historia Nocturna, el letrado introdujo el tema comentando que “en los países latinoamericanos se siguió una línea marcada por la Corte Suprema de Estados Unidos, donde el control de constitucionalidad lo hacen los jueces”.
En ese sentido, consideró que el juicio a la Corte Suprema de la Nación Argentina promovido en la legislatura, “pone en la actualidad muchos de los debates que se generaron cuando la Corte Suprema de Justicia de Estados unidos asumió ese control de constitucionalidad que no está en la constitución: es una creación pretoriana, es decir de los propios jueces, y fue discutida desde sus inicios”.
Al respecto, “hay mucha literatura en inglés que no se ha traducido” donde surge “una corriente en los países anglosajones que plantea el rol que se toman los jueces de interpretar lo que dijo un legislador hace 200 años atrás. Lo que se produce es una reinterpretación de textos constitucionales muy antiguos donde palabras abstractas como libertad, democracia y poder sirven para hacer interpretación actual y esto da un grado de arbitrariedad muy elevado”.
En ese sentido, se explayó “el problema es cuando los integrantes de la Corte Suprema anulan leyes del Parlamento, que es el depositario de la soberanía popular. Nos encontramos que jueces que no han sido elegidos popularmente y son casi vitalicios como ocurre en Estados Unidos, donde 4 o 5 jueces deciden que una ley del parlamento no es constitucional y la anulan, y es lo que ha pasado recientemente en Argentina con respecto a la regulación del consejo de la magistratura”.
Seguidamente, subrayó “pero no sólo se arrogaron el poder de anular una ley, sino de revivir una ley que ya había sido derogada por el parlamento, esto es insólito y no hay antecedentes en el mundo que un tribunal constitucional haya revivido una ley derogada”.
Respecto a los motivos de extralimitación del poder judicial en áreas legislativas, explicó “es un fenómeno que no sólo se está dando en Argentina porque lo que se percibe es una progresiva expansión de control judicial sobre cuestiones políticas, entonces de algún modo cuando la corte ejerce el control de constitucionalidad está asumiendo funciones propias de un poder constituyente. El problema es cuando el guardián de la constitución de convierte en amo de la constitución porque tiene un control absoluto y sin límites”, concluyó.