La directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, Natalia Gherardi explicó que “si ponemos el acento en el Poder Judicial, perdemos el foco. Pues, es cierto que tiene mucho para mejorar en todo sentido; pero también hay que analizar si “los procesos son eficaces”.
En ese marco, la especialista detalló que “poner el foco en el sistema judicial estamos perdiendo una parte importante de las obligaciones del Estado que están en cabeza del poder Ejecutivo nacional, provinciales y municipal.”
Sin embargo, Gherardi explicó que al mismo tiempo el Poder Judicial debe mejorar en materia de composición ya que “se difundió el mapa de género en la justicia, que elabora anualmente la oficina de la mujer de la Corte Suprema y muestra una falta enorme de la representación de la mujer allí”.
Y aclaró que esta situación se repite en los puestos jerárquicos de diferentes espacios en Argentina ya que allí se contabilizan “Menos de 2 mujeres en 10 puestos jerárquicos en todo el país”.
“Hay una exclusión muy grande de la mujer en los ámbitos de toma de decisión y esto es indicativo de la posición de subalternidad” remarco y aclaró que “el Poder Judicial también debe cambiarlo, porque demuestra la falta de perspectiva de género; pero también debe trabajar en fallar más a favor de la víctima”
Es decir, “en ser más efectivos, útiles y eficaces frente a las situaciones dramáticas. Hay que estudiar más de qué manera y qué cosas hay que hacer para estar cerca de la gente” señaló pues “pensar en una Justicia con perspectiva de género requiere más equidad pero también lo hace evaluar si los procesos que se usan son eficaces” agregó.
Gherardi, señaló por ejemplo que puede ser muy interesante pensar a la justicia “en términos de accesibilidad” y evaluar cerca de quién está, de quién está lejos, Cómo llegan, Cuánto tardan en intervenir, De qué manera la justicia es cercana a las personas que debe servir y en que medida el Ejecutivo local contribuye u obstaculiza.
“Las normas, en Argentina son bastante buenas en materia de género. Es decir que la normativa no es la principal preocupación. Además, si las que tenemos se aplicaran correctamente, viviríamos en otro mundo” concluyó.