Con sólo 37 años "Palito" tiene una vasta carrera como futbolista y ahora transita una nueva etapa como director técnico.
"Como dijo mi amigo el "Loco" (Hernán) Montenegro la idea es tratar de vivir muchas vidas en una vida sola. Me considero un "hornense adoptivo" (Los Hornos, La Plata) en principio porque mi mujer es nacida ahí y además mientras jugué en Estudiantes el 2015, viví en ese barrio. Vine a los 18 años y me acostumbré al ritmo de la ciudad. Siempre digo que La Plata y su zona metropolitana es Montevideo sin playa".
"Disfruté cada momento, cada vestuario, cada equipo. Hubo muchos compañeros que me educaron y me refiero a reforzar esos valores que traía de casa. También me tocó ser referente de muchos chicos. Siempre me incliné por las cosas simples, soy muy casero, tranquilo, siempre traté de ser uno más".
"No hay que comerse el papel de "estrellita". Nunca vas a dejar de ser un jugador de fútbol aunque lo dejes de hacer de manera profesional. Ahora me toca el rol de entrenador y es otra responsabilidad. Hay que transmitir los valores, enseñanzas, hacer docencia de todo lo que recibí y guiar en el camino a estos chicos que están haciendo sus primeras armas".
El 22 de enero de 2015 fue anunciado su traspaso al Club Estudiantes de La Plata, cedido una temporada por el Inter de Milán. "Palito" formó parte de algunos incidentes en el clásico entre Estudiantes y Gimnasia. El 1 de febrero de 2016, se confirmó su cesión al Getafe CF para lo que restaba de temporada.
"Es un capítulo recontra pasado. Asumí todos los errores, obviamente que me dolió la manera que me tocó salir porque estaba muy cómodo en el club donde los hinchas, hasta el día de hoy, me muestran respeto y cariño cuando me ven. Pero también con el hincha de Gimnasia no hay conflicto por mi parte, fue sólo ese partido que nada tuvo que ver con la gente aunque me tengan como el hombre malo".
"De todas maneras el tiempo pone todo en su lugar. Hace unos días le tocó a mi hijo, que juega en Temperley, enfrentarse a Estudiantes en un amistoso en el Country de City Bell y la verdad que la relación con la dirigencia es la mejor".
Pereyra describe su paso por la selección uruguaya conducida por el "Maestro" Oscar Washington Tabárez.
"Es nuestro "padre" futbolístico y un educador. Todos los que pasamos por la era "Tabárez" hemos sido educados más que dirigidos. Siempre hizo hincapié en la calidad de la persona y aunque fuera el mejor jugador y no cumplía con esa premisa no formaba parte de su equipo".
También fue dirigido en Nacional de Montevideo por Eduardo Domínguez que se hará cargo del plantel de Estudiantes tras la salida de Abel Balbo.
"Es un tipo fenomenal, un adicto al trabajo, ojalá que arranque con el pie derecho. Es muy exigente, exprime al jugador al máximo, que intenta ser protagonista en todas las canchas y no se va conforme solamente con ganar. Es muy competitivo y busca adaptarse a los jugadores y no que los jugadores se adapten a él. Es muy práctico y le tengo mucha fe que le va a ir bien".
"Tengo una anécdota de cuando jugaba en Nacional el 2018. Volvía de una lesión y había terminado mi contrato en Cerro Porteño (Paraguay). Luego de mi paso por Estudiantes voy a Nacional donde estaba Eduardo y le digo que hacía un tiempo que no hacía fútbol y no terminé de bajar del avión que llama y me dice que en una semana teníamos el clásico por la Supercopa frente a Peñarol".
"Le contesto que me deje preparar esa semana pero a la mitad me dice que me necesita dentro de la cancha. Le dije que no estaba físicamente al 100% pero el puso su confianza en mí. Ganamos la Supercopa. Yo estaba en el final de mi carrera, nunca volví a recuperarme al máximo. En el campeonato no nos acompañaron los resultados pero todo el trabajo que hizo Eduardo fue la base para que en la siguiente etapa saliéramos campeones".