Juan Pablo Olsson, sociólogo ambientalista, cofundador del Movimiento Global de Deuda x Clima y coordinador en América Latina de la Internacional Progresista reflexionó luego de que miembros del espacio lograron que el Papa Francisco II les brindara su apoyo luego de un encuentro con el máximo pontífice.
El movimiento lo que busca es que los países industrializados anulen las deudas de los países en vías de desarrollo, por el enorme daño ambiental, que los primeros, le han provocado al planeta.
En No Corras, por FM 97 Une Olsson explicó que “deuda por clima es un movimiento global que articula movimientos climáticos, ambientales, sociales, movimiento de trabajadores, feministas, científicos y de pueblos indígenas” que entienden que “el calentamiento global es el principal problema estructural de la humanidad” que se expresa en “el aumento de la temperatura promedio del planeta” y de profundizarse “va a generar cada vez más catástrofes”.
Seguido agregó que “las peores consecuencias del calentamiento las van a padecer las regiones más vulnerables, empobrecidas o saqueadas (…) que representan 4000 mil millones de personas entre América Latina y el Caribe, las islas del pacífico, África y el sudeste asiático”.
A partir de ello señaló que “en las Cumbres Climáticas no se hablan de tres temas específicos y que afectan particularmente al Sur Global: El colonialismo, el saqueo de los recursos y los graves problemas de endeudamiento con el FMI, que se traduce en una agenda de colonialismo financiero”.
Por ello, Olsson aclaró que “si no se toman medias muy serias y estructurales respecto de la crisis climática y de deuda, nuestros países no van a contar con herramientas financieras para hacer proceso de adaptación justas. Y por ello estamos lanzando este debate de anulación de las deudas financieras ilegítimas que pesan sobre los países del sur global ante la grave situación climática y ecológica”.
Y concluyó que el escenario presenta dos modelos “el de los grupos concentrados y las corporaciones que involucra al 1% de la población mundial y proponen un mayor enriquecimiento de las Elites y empobrecimiento de los países del sur global. Y el del Papa Francisco que indica que hay que trabajar por una agenda global de justicia social y justicia climática. Y sobre todo oír el grito de la tierra y de los excluidos en un mundo en que está en crisis”.