La escritora y periodista nació en Guayaquil en 1976. Es autora de "Pelea de gallos" y el libro de cuentos "Sacrificios humanos", publicados por Páginas de Espuma.
En diálogo con Narraciones Extraordinarias, contó que “Sacrificios humanos”, “se fue conformando a lo largo del proceso de escritura de los relatos” y puntualizó seguido “el primero de ellos va sobre un asesino en serie de inmigrantes. Hay una parte en la que dice que los inmigrantes son el sacrificio humano de nuestros tiempos: lo que se tira a la trituradora o piedra de sacrificio, para el dios del capitalismo y del dinero. Gente desechable que no importa su nombre, sus sueños ni sus objetivos, sino que trabaje como animal para hacer las cosas desechables que nos meten en la cabeza que necesitamos consumir”.
En ese sentido, explicó “salió pronto la idea de personas desechables, que son actores de reparto del mundo contemporáneo” y señaló “en todos los cuentos hay un guiño a los sacrificios. De las personas que trabajan en el hogar, de los matrimonios, sacrificarse por amor, porque eres diferente y eres raro entre comillas y por eso se te puede matar o destruir”.
Luego, sobre las motivaciones que la estimulan a escribir sostuvo “me parece irresponsable publicar un libro porque quieres demostrar lo bien que escribes” y consideró “me parece que dedicarse a la literatura en el apocalipsis requiere una mirada política, social, comprometida, como tu quieras llamarla: no hago las etiquetas ni me interesan, pero no voy a hacer algo tan inmoral como usar papel, con una industria tan contaminante como la papelera, para publicar mis pajas mentales. Me parece inmoral, se está acabando el mundo”, enfatizó.
“Hay gente que sigue haciendo pajas mentales, ‘que hablemos de mi poética universo narrativo de mi canon’. Ni siquiera me parecen interlocutores válidos, es como tener una persona homofóbica en la mesa, yo me levanto directamente. No voy a reforzar su odio con mi respuesta”, concluyó.