Primeramente, Urcade hizo un repaso histórico sobre la fundación del organismo nacido en 1979, durante el genocidio empresarial, militar y eclesiástico. Impulsado por Madres, Padres, familiares y organismos de Derechos Humanos que buscaban personas desaparecidas, la institución tuvo un rol preponderante en llevar a juicio a responsables los secuestros en el plan sistemático de represión, tortura, y asesinatos en el marco de la dictadura de terrorismo de estado.
El CELS amplió el abanico para comenzar a intervenir en diversas causas de Derechos Humanos como la denuncia por violencia policial, la situación en las cárceles, temas de salud mental, encierro en neuropsiquiátricos, derechos económicos sociales y culturales, derechos de la personas migrantes. No solo investiga, sino que también litiga en el plano nacional internacional.
Urcade manifestó en diálogo con Historia Nocturna “el estado en materia de DDHH ha tenido diferentes épocas. Caracterizamos el proceso de memoria, verdad y justicia con avances y retrocesos”.
Sobre el estado actual de los juicios por delitos de lesa humanidad, expresó “después de casi 20 años de la reapertura en todas las jurisdicciones, los juicios avanzan con cierta lentitud. Pero al día de hoy se dictaron más de 300 sentencias en esas causas, y hay más de 1100 condenados por este tipo de delitos que abarca integrantes de a las Fuerzas Armadas, de seguridad y algunos pocos civiles”.
Seguidamente valoró el proceso argentino en búsqueda de justicia contra los responsables del genocidio, “es único y se distingue de otras situaciones en la región donde en muchos casos ha prevalecido la impunidad”.
Luego reflexionó sobre la despedida pública de políticos partidarios y empresarios al genocida Blaquier recientemente fallecido y sin haber respondido ante la justicia por los crímenes de lesa humanidad que lo tuvieron como responsable en Jujuy.
“Algunos actores políticos han mostrado un corrimiento de estos acuerdos fundantes de nuestra democracia, lo hemos notado desde la instalación del gobierno de cambiemos en 2015. Esto no es novedoso, para algunos sectores les dará más vergüenza publicar algo por la muerte de un militar, pero con estos empresarios importantes que al día de hoy mantenían cierto poder les es más difícil correrse de ese vínculo que tienen. Notamos en los últimos años un movimiento de cuestionar lo logrado, hablar de curro de derechos humanos, otros relativizan algunos delitos”, concluyó.
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