Sonia Almada, psicoanalista y directora de la asociación civil Aralma, charló con Todo Este Ruido sobre abuso infantil. "Los chicos hoy están bastante desprotegidos. La ley Piazza y la ley de Prescribilidad permitían que las denuncias pudieran hacerse con más tiempo, pero el problema es que se aplica desde 2015. Nosotros decimos que los delitos no deben prescribir porque se trata de un delito continuado. La violencia sexual es un delito de tortura.
"Nuestra legislación discrimina a la víctima ya que algunos pueden denunciar y otros no. Los tiempos de las víctimas son largos, te roban la inocencia. Tiene muchas formas de hacerte callar la boca por años porque loa niños ni comprenden la sexualidad adulta", afirmó.