En este sentido, expresó “el deporte de alguna manera muestra a las víctimas, a los desaparecidos, a los asesinados por el golpe, los muestra vivos en un lugar y en un momento en el cuál ejercían el deporte y más que nunca, los muestra demasiado humanos”. Seguido, explicó que esta situación “es una manera de exhibir lo que pasó, todo lo que se llevó la dictadura militar” ya que “eran personas que vivían la vida, practicaban algún deporte, iban los domingos a la cancha”.
Asimismo, el entrevistado resaltó que en el marco de años 1976-1983 “los jugadores de un deporte o socios no desaparecieron por practicar un deporte, desaparecieron por estar vinculados a una militancia social muy comprometida”.
Por otro lado, reveló: “Yo no conocí a mis padres, tenía 7 meses cuando desaparecieron ambos aquí en la ciudad de La Plata”.
Consultado sobre la militancia de Rodolfo Axat subrayó: “La historia y los relatos que me cuenta mi familia era que las últimas etapas de su vida y su militancia estaba vinculada-por supuesto-a la posibilidad de militar en la clase trabajadora. Mi papá consideraba que era necesario un cambio de vida y que eso implicaba entender cómo pensaban los obreros y los trabajadores, por eso decidió ingresar al frigorífico Swift”.
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