Santiago Bilinkis, emprendedor y tecnólogo se refirió a la carta pública donde Elon Musk y cientos de expertos piden pausar la investigación sobre inteligencia artificial y aseguró que lo que la motivó son los alcances del GPT.
“Hoy, que aparezca una súper computadora, que tanto exploró la ciencia ficción y era una conjetura, está más cerca de lo que creíamos”, aseguró.
En No Corras, por FM 97 Une, el especialista detalló “en el mundo de la Inteligencia Artificial, su desarrollo es un debate que viene de largo. Y desde siempre hay dos bandos, los optimistas, entre los que se encuentra Mark Zuckerberg y los más preocupados ante el acelerado desarrollo de estas nuevas tecnologías, cuya cara visible es Elon Musk”.
Seguido explicó “no es que quiere que frenen las investigaciones para meterse en el negocio porque la compañía que creó el GPT fue fundada por Musk, como una organización sin fines de lucro con el objetivo de crear inteligencia artificial de manera segura, porque el ya venía con esta preocupación”.
“Cuando OpenAI se convirtió en una empresa y empezó a largar productos para magnificar ganancias, Musk pegó un portazo y ahora desde la vereda de en frente dice: ‘Paren’” agregó. Y aseguró que por eso “es una voz que hay que escuchar ya que no es la voz de alguien que se quedó afuera sino de alguien que eligió estar fuera”.
Bilinkis explicó: “Hoy las grúas levantan más pesos que una persona, un sistema de ensamblaje hace más productos que una línea de producción manual. Pero, la inteligencia artificial lo que intenta reemplazar o complementar no es la fuerza o la ductilidad, sino la inteligencia de las personas”.
“Y en el fondo es como la posibilidad de crear un médico computadora que sepa más, diagnostique mejor e indique tratamientos de mejor manera que cualquier médico humano” ejemplificó y advirtió: “Y eso es un poco lo que está empezando a pasar porque hay computadoras que pueden resolver problemas de mucha complejidad y mejor que un ser humano”.
En ese marco admitió: “Estamos empezando a ver a las máquinas hacer ciertas proezas cognitivas mejor o yendo más allá de lo que un humano puede alcanzar. Ningún humano puede fabricar una foto realista del Papa con una campera inflable”.
Además, subrayó que “hoy la inteligencia artificial es una herramienta al servicio de un humano, pero eso no es enteramente tranquilizador porque es una herramienta que tiene un importante nivel de potencia y está en manos privadas alineada al objetivo de maximizar las ganancias. Y si una empresa privada logra el control de una tecnología tan poderosa, alcanza un poder superior a cualquier gobierno”.
Y, concluyó que “si bien Musk puede convencer a OpenAI, a Google o a Facebook de parar la pelota, de ninguna manera podrá convencer a los chinos o a los rusos. Y entonces, le cedes el liderazgo de la tecnología jamás inventada al enemigo geopolítico. Es decir, no es nada sencillo parar porque hay un riesgo. Por lo tanto, el riesgo, es cierto; pero parar es casi impracticable”.