El fotoperiodista Rafael Wollmann, describió la situación fortuita que lo llevó a tomar las icónicas fotos de la rendición del los Marines en las Islas Malvinas aquel fatídico 2 de abril de 1982 y aseguró que “Malvinas, 4 viajes” documenta cómo fue cambiando la vida de los isleños después de la Guerra.
En Mañana es Mejor, por Radio Provincia recordó que su primer viaje a las Islas del Atlántico Sur surge tras hacer una pequeña consulta entre amigos y cercanos.
“En diciembre de 1981 hubo unas negociaciones por Malvinas en New York y los 4 reporteros gráficos que estábamos comenzando la Agencia Imagen Latinoamericana, ILa nos preguntamos si alguno de nosotros o nuestros amigos o familiares, conocían aquellas tierras. Y como nos encontramos que nadie las conocía decidimos hacer un reportaje gráfico”, relató.
Seguido explicó que fue elegido para ese primer viaje porque hablaba inglés. “Tuve que sacar una Visa y comprar libras esterlinas, como si me fuera al exterior. Pero en ese entonces teníamos una buena relación con las Islas, y había un vuelo semanal que salía desde Comodoro Rivadavia con el correo, frutas y verduras frescas, repuestos, etc… Y también estaba YPF y Gas del Estado”, describió.
Wollmann señaló que previo a la guerra, “los ciudadanos de Malvinas, para los ingleses eran ciudadanos de segunda y no podían ir a Inglaterra a trabajar sin un permiso especial” pero luego eso todo cambió.
Por otra parte, recordó que en su primer viaje, que comenzó el 23 de marzo de 1982 y le permitió retratar la rendición de los Marines el 2 de abril, en principio comenzó como un buen recorrido que le permitió retratar como era el lugar.
Luego, el periodista volvió a las Islas en 3 oportunidades más: 2002, 2012 y 2022 y allí pudo notar los cambios que produjo la guerra. “Los isleños pasaron a ser ciudadanos de primera, y Puerto Stanley, que estaba detenido en el tiempo, pasó a tener una base militar y muchísimo apoyo de Gran Bretaña.
Y ejemplificó “Mientras en el ”82 había 7 kilómetros de camino, en el 2002 se incrementaron a 300 km de caminos. Además, en el 2002 el Cementerio eran una serie de cruces blancas en el medio de la nada. Después se hizo el cementerio actual y recién en 2022 se pudieron colocar las lápidas con los nombres de los soldados. Y ahora se puede ver un busto de Margaret Thatcher mirando el mar”.
“Eso es lo que yo muestro en el libro, el paso del tiempo y como fueron cambiando las cosas. Ya que hubo muchos cambios. Primero por la bonanza económica y luego por el apoyo de Inglaterra”, cerró.