En diálogo con Lalalas Vaca contó que el proyecto surgió fruto de la convocatoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
“Me llamaron para retratar a las Madres y Abuelas, en principio para acompañar la marcha del 24 de marzo en 2021”, contó. Pero aquella experiencia quedó trunca porque con motivo de la pandemia por coronavirus los organismos de Derechos Humanos decidieron no movilizar y propusieron la campaña “Plantemos Memoria”.
“Se publicaron una serie de retratos a 9 Abuelas. A partir de ese inicio me propusieron continuar a nivel nacional. Hicieron 40 fotos que fueron publicadas en un libro con motivo de los 40 años de la recuperación de la democracia”, expuso.
Puntualizando sobre el proceso contó que además de retratarlas utilizó un grabador para hacer entrevistas. Al respecto, manifestó “mis charlas con ellas es como un tesorito que me dió la vida”. Por el hecho de que no se publicaron muchos ejemplares, él conserva 5 libros impresos que los va prestando “como la virgencita que se trasladaba de una casa a la otra”, bromeó.
“Los objetos que ellas guardan de sus seres me impresionaron, tienen mucha memoria a flor de piel, me acuerdo de un paquete de cigarrillos Parisiennes que una Madre había dejado en el techo de la heladera”, expresó, al tiempo que recordó “en Neuquén Inés Rigo de Raugni me sorprendió porque estaba con el marido y me mostraron el cuarto de su hijo intaco, con posters de la época”.
Seguidamente refirió la experiencia de Adelina Alaye, “que usó una cámara para registrar la lucha y la búsqueda para después mostrarle a su hijo lo que había hecho en su búsqueda, y sin darse cuenta fue haciendo una documentación a lo largo de los años de toda su militancia como Madre: al principio con la búsqueda desesperada, y luego como militante de la primer línea”.
“Lo lindo de esto fue estar en sus casas, se iban comunicado con ellas y ya sabían que iba a aparecer y me esperaban con alegría. Todas me dieron mucho amor, y la mayoría me invitó a que vuelva cuando quisiera”, concluyó.
