Tras la realización de un nuevo juicio por el asesinato de la joven, Anahí Benitez, la justicia corroboró que, Marcos Bazán, uno de los primeros implicados en el femicidio, es inocente.
El joven fue condenado, en un primer juicio a prisión perpetua por las pruebas obtenidas por el perro de rastreo “Bruno”; que por entonces, los medios lo dieron a conocer como el “Messi de los perros” ya que encontró una pista que parecía esclarecer el crimen. Pero, el nuevo proceso judicial logró establecer que, “Tula” el dueño del animal, había manipulado la prueba.
Ahora, el joven que permaneció detenido por 5 años y dos meses en el penal de Olmos “busca recuperar la vida que tenía y fue destrozada por la acción brutal de la justicia” aseguran desde Inocent proyect . El hombre estaba cumpliendo sentencia desde 2020 con “una acusación inventada”.
Anahí, la adolescente de 16 años fue declarada desaparecida a pocos días de las PASO de 2017 y su cuerpo fue encontrado en la reserva Santa Catalina en Lomas de Zamora, unos días después . Luego, la activación de su celular brindó a la justicia una nueva pista que desencadenó en la detención y la condena de Marcelo Villalba, su verdadero femicida.
Entonces, se especuló que desde la gobernación de María Eugenia Vidal había un cierto “apuro” por resolver el caso policial, ante la inminencia de los comicios de medio término.
En Mañana es Mejor, por Radio Provincia, Manuel Garrido, abogado de Inocent proyect que representó a Bazán, explicó que “la condena a prisión perpetua” de su defendido “fue anulada por el Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, que al mismo tiempo ordenó un nuevo juicio y que se juzgara con Marcelo Villalba el otro acusado”.
“Este nuevo juicio demostró, como bien los jueces declararon, que Marcos es inocentes y corroboró que no había pruebas contra él” aseguró y enfatizó que “se pudo demostrar con expertos argentinos e internacionales que el "supuesto" perito “Tula” había manipulado a su perro y básicamente mentía”.
Seguido insistió: “La prueba por la cual lo condenaron estaba manipulada. Eso fue evidente a lo largo del juicio. Y en este proceso se pudo ver que no había ningún elemento en su contra”.
Garrido, recordó que su defendido “vivía en al reserva, como muchas otras personas y lo agarraron porque necesitaban un perejil a quien endilgarle el femicidio, porque no tenían pistas”.
“Primero investigaron a un profesor de Anahí y luego encontraron a Marcos, que a la vistas de la policía era un sospechoso porque era hippie y vivía solo en la reserva. Pero cuando se activa el celular de la víctima eso conduce al verdadero culpable, Marcelo Villalba. Además, en la autopsia se confirma que en el cuerpo de Anahí estaba su ADN. Y Marcos no tiene ningún vínculo con Villalba. No se conocen”, describió. Y refrendó: “La acusación contra Marcos era inventada”.
Por otra parte, aseguró que en el segundo proceso judicial “salieron 3 cosas muy preocupantes” y se refirió a las presiones que había para cerrar el caso. Garrido, relató que “un policía convocado por la parte acusadora declaró que cuando allanaron a mansalva todas las casa de la reserva hubo un llamado desde la Gobernación al fiscal pidiendo rápidamente un responsable”.
“Después, otra cosa que surge de las escuchas y de la declaración de un testigo que también es familiar de la víctima es que habían desplazado a los fiscales y, a cargo de la investigación, habían puesto a un Agente de Inteligencia. Y el tercer elemento preocupante de cómo se inmiscuye la política en las causas policiales fue la declaración que sacó el Congreso de la Nación diciendo que Tula y su perro eran infalibles y maravillosos. Pero, en la comisión de Seguridad no contaba con ningún científico que lo pudiera corroborar, el Congreso per sé no tiene ni la menor idea de estos temas y la declarción se hace en base a una prueba que luego se demostró que era falsa”.
Finalmente, Garrido aseguró: “Es tremendo lo que le hicieron a Marcos. Tenia una vida normal. Tenía trabajo, cumplía horario en el Hospital Gandulfo. Se quedo sin trabajo, sin casa, tiene un síndrome de estrés post traumático. Estuvo encerrado sabiéndose inocente. Y fue estigmatizado por los medios”.
“Además, el maltrato del que fue objeto en la cárcel, durante el tiempo que estuvo encerrado, habiendo sido señalado por los medios como femicida y abusador sexual… Tuvo que soportar cosas tremendamente graves, mientras estuvo detenido. Pero con esta sentencia inicia la reparación de todo este desastre que le provocaron en su vida” analizó y cerró: “El primer paso de esa reparación es la sentencia de absolución. Es el punto de partida, pero el deber que tiene el Estado ahora es repararlo y la expectativa que él tiene es volver a recuperar la vida que tenía y que le fue destrozada por la acción brutal de la justicia”.