A 20 años de la asunción de Néstor Kirchner la Vicepresidenta de la Nación fue la única oradora en un acto multitudinario que congregó a un amplio abanico de referencias políticas, sindicales, sociales, culturales y de Derechos Humanos entre otras.
Primeramente realizó un balance de la gestión de Kirchner expresando “cuando Néstor llegó el Estado era chiquitito y la deuda era muy grande. Las empresas habían sido privatizadas y en la Argentina se jubilaban unos pocos. En 2009 recuperamos la administración de las AFJP. En ese momento el 60% de los jubilados eran abonados por el Estado, las AFJP sólo le pagaban a los que tenían los mejores sueldos. La gente se había quedado a la intemperie", manifestó, para luego acotar “cuando recuperamos YPF pudimos hacer las obras de saneamiento que no se habían hecho en toda la etapa de la privatización. Todo estaba en manos de los privados".
Seguidamente, se refirió al endeudamiento externo, “en 1982 estatizaron la deuda y para sostener la falsa dolarización siguieron endeudando al país. Con el corralito se apoderaron de los depósitos de los argentinos". En ese sentido, ironizó “los dólares que se quedaron los genios de las finanzas los pagaron los kukas Néstor y Cristina".
Respecto a su marido y compañero de militancia, expresó "Néstor reestructuró la deuda logrando la quita de capital e intereses más grande de que se tenga memoria.No se quedó ahí, decidió pagarle toda la deuda al Fondo Monetario Internacional y recuperó el timón de la economía y comienza un proceso de industrialización. Cuando ese compañero llegó a presidente, el PBI era de 164 mil millones de dólares, cuando su compañera entregó el gobierno en 2015 era de 647 mil millones de dólares. Se puso en marcha un modelo de valor agregado, de buenos salarios, de sostenimiento de la industria nacional. Es de buenos cristianos pagar buenos salarios, y terminamos con más del 51% de participación de los trabajadores en el PBI".
Fernández rememoró "no puedo olvidar la plaza de la calabaza, del 9 de diciembre de 2015, cuando nos despedimos, no para siempre. Para una militante de mi generación, después de 3 períodos de gobierno, haber podido decirle a los argentinos que le dejábamos un país mucho mejor que el que habíamos recibido era un orgullo”.
Luego destacó aspectos de su gestión expresando "las familias y las empresas tampoco estaban endeudadas, porque el salario de los trabajadores era el más alto de América Latina. Habíamos lanzado satélites y habíamos incorporado tecnología”, y criticó al gobierno de Cambiemos “cuando volvimos, en 2019, recibimos nuevamente endeudada la Argentina en dólares. En 2016 y 2017 fuimos el país que más deuda en dólares tomó. Le dieron un préstamo de 57 mil millones de dólares para que pudiera ganar las elecciones, insólito. Y ni así pudieron ganarlas, entregaron un país endeudado, con dos dígitos de desocupación. Los que hoy nos dicen que quieren volver a conducir el país nos dejaron eso. A pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor al que hubiese sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas".
Para continuar, reflexionó sobre la actual coyuntura diciendo “necesitamos poder articular algo diferente, no podemos seguir atados a los precios internacionales o a que llueva o salga el sol. Necesitamos una alianza entre lo público y lo privado. Esta es la discusión que esperan todos los argentinos y no las boludeces que se dicen todos los días en los medios de comunicación", y agregó “el problema que hoy tenemos es la distribución del ingreso y para eso a veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho. Por eso me odian y me proscriben. Aunque me quieran matar o meter presa, nunca seré de ellos. Soy del pueblo".
Sobre los condicionamientos que impone el FMI sostuvo “si no dejamos de lado el acuerdo con el Fondo va a ser imposible pagarlo por más que digan lo que digan. Néstor decía: los muertos no pueden pagar las deudas. Fue un préstamo político, y política también tiene que ser la solución. En todo caso que lo aten a un porcentaje de exportaciones pero que no quieran dirigir la política y clausurar la industrialización del país".
"Se puede hacer porque lo hicimos durante 12 años y medio. Tenemos que abrir la cabeza y mirar cómo en otras economías se articula una alianza entre lo público y lo privado. Es necesaria la renovación del pacto democrático".
En ese sentido, consideró necesario “volver a darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado en una camarilla indigna para la historia argentina. Esta Corte es un verdadero mamarracho, nunca se dijo de ningún miembro del máximo tribunal, las cosas que se saben y nos enteramos todos los días. Frente a los poderes hay una garantía inamovible que es el voto. Cada dos años para el Poder Legislativo y cada 4 para el Poder Ejecutivo. Tenemos que repensar el modo de elección de personas que no se conocen ni sus declaraciones juradas".
Para concluir, manifestó “hay que romperse lo que hay que romperse para que se sepa quiénes son los verdaderos responsables de la situación del país. Esa es una tarea militante".