Esta mañana en La Mecha por Radio Provincia hablamos con María Celia Fajardo, última habitante de Estela, un plueblito de Puán. Junto a su marido decidieron irse y ahora Estela se transformó en un pueblo fantasma.
Consultada sobre cómo llegó a vivir a Puán, María dijo: “Vine al pueblo de paso. No para quedarme. Pero cuando conseguimos trabajo nos quedamos. La situación fue empeorando y la gente se fue y así pasaron 31 años".
En tano, contó que se fueron de Estela porque su esposo ya tiene 72 años y está cansado, no quiere trabajar más. Además, estamos solos y si nos llega a pasar algo qué hacemos”.