El escritor, profesor y antropólogo Marcelo Guerrieri conversó con Enzo Maqueira en Narraciones Extraordinarias. El presidente de la Unión argentina de escritores y escritoras, organización que nació en 2017 y que hoy tiene entre otros, fines protosindicales, es una asociación civil que busca que los escritores y escritoras tengan un espacio para reflexionar sobre su quehacer. Además, según explicó es herramienta que brinda asesoramiento y la diagramación de un tarifario que se actualiza según las tareas de cada escritor/ra.
"Lo más potente es que hace un año sacamos un tarifario sobre tareas rentadas donde catalogamos un valor de las distintas actividades que realizamos", detalló. Porque "al escritor siempre se le pregunta, vos de qué vivís, dando por sentado que no vivimos de la escritura, y ahí está para los que somos parte de la Unión de Escritores de Argentina, el eje de nuestro reclamo y la visibilización del tema".
Guerrieri enfatizó que la renta que obtienen proviene en especial de los derechos de autor, "es una mínima parte", expresó. "Los escritores cobramos el 10% del precio de tapa de la venta de un libro, con suerte cada seis meses, y el mercado editorial argentino no da para que uno pueda vivir de su libro". Entonces, "los derechos de autor, paradójicamente es lo que nos ubica en el campo editorial, literario; en un lugar que luego nos permite dar clases, acceder a charlas, dar talleres literarios y, generalmente con ese tipo de tareas, es con el que nos ganamos el pan de cada día", afirmó.
Consultado sobre el oficio del escritor y escritora puntualizó: "Ser escrito se hace, no se nace", decía Hebe Uhart indicó. "Uno nace bebé no escritor, es un oficio que se construye, es algo que se adquiere con mucho esfuerzo, con el ejercicio de la lectura, la educación de cierto rigor para sentarse a escribir durante mucho tiempo. Es un oficio que requiere mucha tranquilidad, construir una novela, un cuento requiere pensar los personajes, construir un texto, volver a repensar si el lenguaje es el adecuado, si las voces de los personajes, la trama, es una artesanía", destacó.
Por último, en el marco del día nacional de la escritora y el escritor en conmemoración a Leopoldo Lugones dijo que comparándolo con el oficio del carpintero, “tenes que disfrutar trabajar con la palabra, como un carpintero con la madera” y agregó que “no es casualidad que los escritores digamos que esto es trabajo, y que los momentos de inspiración son sólo momentos, instantes. A mí me gusta entrar en un estado de escritura donde todo fluye más largo, salís a caminar y ahí empezas a investigar para darle cuerpo a eso que estás escribiendo, son distintos estados de la escritura, más que investigación”.
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