La directora de la ONG Desarrollo y Autogestión, Maró Guerrero, aseguró que “la Argentina es pionera en materia normativa en la región en trabajo infantil y adolecente”. Explicó que el país “tiene una ley que refiere al tema, cosa que otros estados no tienen”, en cuya norma “está aceptado que los adolescentes de 16 y 17 años trabajen bajo ciertas condiciones, como no superar las 36 horas, certificar que están estudiando, presentar certificados médicos, autorización de sus padres y no pueden acceder a trabajos peligrosos”.
En tanto, resaltó que “es muy distinto el primer empleo para un chico de clase media, que puede ser una buena experiencia, de entrenamiento laboral, que hacen en vacaciones” en relación que “un chico pobre, que se ve obligado a trabajar y accede a trabajos precarios”, lo que “resulta ser una mala experiencia porque su primer empleo es informal, mal pagado, peligroso, y está experiencia marca mucho su vida porque piensan que así es el trabajo”.
Por otro lado, Guerrero dijo que “las empresas han sido acusadas de ser las causantes del problema y seguramente en muchos casos es así, pero es importante sumarlos en estrategias multiactorales y que junto al Estado puedan tener un diálogo para entender qué está pasando con el mundo laboral”. En tal sentido, indicó que “las empresas se acerquen a las escuelas y que las prácticas educativas en estas empresas sean espacios de formación”. Por lo tanto, expresó que “el Estado y las empresas deben construir espacios de prácticas que sean formativas, controladas y acompañadas”.