López manifestó que el trabajo centró la mirada de los jóvenes durante la pandemia, el rol del Estado y la salud mental. “La pandemia, si bien quedó en el pasado, sus efectos no han terminado. Se sienten victimas de lo pasado, con interrupciones de la juventud y sin encuentros con pares, pero a su vez, pudieron emerger de ella” añadió.
En este sentido, la entrevistada comentó que “nuestro trabajo relevó que los jóvenes hablan de política, pero lo hacen en sus propios términos. No usan el vocabulario que los adultos utilizan. Ven una sociedad dividida y consideran que hay que superar eso. Los chicos no usan la palabra grieta”.
Asimismo precisó que el estudio “puso en suspenso que los jóvenes se inclinan hacia las derechas”. Y en relación a estas propuestas “las reconocen como novedosas y ven en otros escenarios las mismas disputas". Además hay “una discusión en torno al Estado, aparece como un reproductor de desigualdades” y sobre la salud mental señaló manifestó que”quienes salieron fortalecidos, por su propio acceso fue un privilegio, tendría que abarcar a todos y todas”.