Transcurrida una década de su último disco “Soy otra”, Ana Prada dió a luz “No”, un disco que nació a partir de la unión artística con el músico y productor Pedro Alemany, Pato Tejedor, y los músicos de su nueva banda: Juan de Benedectis y Javier Mattano en guitarras; Juan Clemente en batería, Julieta Taramasso en bajo y Sabrina Díaz en teclados.
En diálogo con Espejos rotos la cantautora expresó “el NO es una llave, por eso me animé a ponerle ese nombre. Es un poco anti marketinero, más en un mundo donde tomártelo todo desde lo positivo tiene tan buena prensa. Un sí vacío, hueco y frívolo, puede revelar qué tanto miedo le tenemos al no”. En ese sentido, amplió “hay un montón de luchas en las que me embandero debajo de un no; el no es no de las luchas feministas, el no a la violencia, el no a la guerra. Hay un montón de NO que funcionan un poco como un ‘basta de esto’ y como una pequeña plataforma hacia la libertad, sobre todo a mujeres que fuimos criadas y adiestradas históricamente, milenariamente, en la obediencia”.
Luego comentó “todas las canciones empiezan con la palabra no. La primera canción, que fue la última en componerse, empieza diciendo ‘No sé cómo empezar’. Me pasaron un montón de cosas, presentando el disco ‘Soy otra’, los agradecimientos los escribí con mi madre muriendo, y a la semana siguiente tuve a mi padre con una prótesis de aneurisma de aorta. Tenía una gira armada, fue un aturdimiento todo junto. Después me separé, después me empareje con alguien que es mi familia hoy por hoy y me mudé al campo. Me pasó de todo y en el medio trabajé, trabajé, y trabajé. Después fui madre, trabajé, trabajé, y no dormí, no dormí”, enfatizó.
“Es un disco no tiene aura oscura, es luminoso. Lo escuché bastante, realmente es un viaje a cosas de la vida que me han pasado” concluyó.
