En diálogo con Gambeta de Dama, Manicler dijo respecto a la final en la que el que las Xeneizes se impusieron por la mínima ante su par de la UAI Urquiza “los primeros 15 minutos es donde más o menos cuesta asentarse, tantear el nerviosismo, ver quién tiene el control de la pelota. Creo que las chicas arrancaron muy bien, todas muy distintas respecto al partido anterior que jugamos en la anteúltima fecha”.
Luego consideró justo el tricampeonato consecutivo de Boca. “Creo que está demostrado en los datos. Fue un torneo raro donde perdimos puntos en partidos donde por ahí no se esperaba ese resultado. Se demostró que fuimos de los equipos más regulares. Y la final es un partido aparte de lo que es el año, gana el que gana”.
Respecto a su compañera Florencia Quiñones manifestó “con Flor hemos tenido la oportunidad de cruzarnos anteriormente en Casa Amarilla y ella tenía en claro que el paso siguiente a jugar era dirigir, y lo más cercano era el club porque había sido la última capitana. Lo mío ya había comenzado mucho antes, estuve en la C con el femenino. Cuando me llamó nos olvidamos de lo que pasó, desde el día uno supimos que íbamos a trabajar con nuestra impronta. Por suerte las chicas nos recibieron muy bien, de muchas fui compañera y tengo amigas en el plantel”.
Seguidamente opinó que “la persona que esté a cargo de un equipo de fútbol tiene que estar capacitada indistintamente del género. Haber sido ex jugadoras, tener tanta experiencia en selección, otros clubes y además habernos capacitado, le suma a esa vocación que elegimos nosotras”, y remarcó el hecho de haber sido futbolistas por conocer “lo que es estar del otro lado, no solo en la parte táctica y técnica, sino en la lucha por un montón de cosas que le femenino lo sigue haciendo. Estamos tratando de estar en esos detalles para que ellas estén cómodas y sus cabezas enfocadas al fútbol en un 100 por cien”.