En declaraciones a Todo Este Ruido por Radio Provincia AM 1270, el actual arzobispo de La Plata, Víctor “Tucho” Fernández, nombrado recientemente por el Papa Francisco como nuevo prefecto de la Doctrina de la Fe, uno de los puestos claves en la Iglesia católica, analizó su flamante cargo y mencionó que “es un nombre que hasta da un poco de miedo. Porque fue cambiando de nombre, antes era el Santo Oficio y en otros momentos se le llamaba Inquisición. Era un lugar de persecución de herejes, el mismo papa Francisco dice que a veces ha usado métodos inmorales, como una suerte de inteligencia, de control y aún en algún momento torturas”.
“Es una historia negra por la cual hasta San Juan Pablo II pidió perdón en su momento, así que no es ninguna sorpresa. Igual da escozor cuando uno escucha que te piden presidir eso, pero el Papa Francisco es muy claro y me dijo, vos tenés que cuidar la enseñanza de la iglesia pero no controlando o persiguiendo, sino haciéndola crecer, profundizando la reflexión. Si hay un problema o acusan a alguien de haber dicho algo fuera de lugar, se charla y se conversa” subrayó.
Y en este punto el Arzobispo platense agregó: “Cuando Francisco me lo planteó de esa manera, le dije que sí, porque antes le había dicho que no. Que me liberará de semejante puesto, pero finalmente lo acepté” añadió.
No obstante, Fernández indicó sobre la insistencia del Papa para que acepte el cargo“muestra la enorme delicadeza de él, el respeto que tiene por la conciencia de las personas. A mí ya me pasó otras veces. Una vez cuando me ofreció ser rector de la UCA yo le dije que no. Siendo alguien que podría imponerte las cosas y decir, no me podés decir que no, sin embargo, fíjate la delicadeza, de cuidar que vos pienses. Le mandé incluso una carta después de decirle que no, con todas mis razones y me llamó diciendo te felicito por este discernimiento. En ese momento me aceptó el no, pero tiempo después volvió a plantearlo”.
Además sobre la celebración de un consistorio y la creación de nuevos cardinales explicó que “jamás el colegio de Cardenales tuvo la universalidad multicolor que le ha dado Francisco. Era eminentemente europeo con algún otro que no fuera de allí. Ahora incluso muchos dicen, cómo van a hacer para entenderse con semejante variedad”.
“Justamente muestra la voluntad de Francisco de que semejantes decisiones realmente se tomen entre todos con opiniones diversas, con gente de experiencias muy variadas, de todos los rincones del planeta” resaltó.
Y ponderó que este cargo que “me encomienda Francisco, sea a un latinoamericano es una novedad muy grande. Porque cuando el Papa fue nombrado, muchos teólogos europeos decían, pero este va a venir con categorías latinoamericanas, dice, y la teología siempre se ha hecho con una filosofía, porque aquí en Europa está la gran cultura”. Por eso “al nombrar el prefecto de Doctrina de la Fe, que precisamente está para el crecimiento de la doctrina, para la revisión de asuntos complicados en la enseñanza”. Y reiteró por tal motivo “nombrar en este cargo a un latinoamericano es un mensaje bastante fuerte”.
Recordemos que se trata de uno de los cargos de mayor importancia dentro de la estructura vaticana solo ubicado por debajo de la Secretaría de Estado y, según las consideraciones, del Dicasterio para la Evangelización.
En este tono, Fernández explicó que en el sínodo próximo de obispos “van a salir una multitud de temas, porque está planteado con una apertura nunca vista. Irán obispos de todo el mundo y van a discutir sobre doctrina y la praxis de distintas temáticas. Un espacio único donde el Papa se sienta a no bajar línea, sino escuchar a la diversidad de opiniones y se procura llegar a algunos consensos”.
Asimismo Fernandez comentó que “hay una misión y es que tengo que procurar que las cosas que se digan, también tengan coherencia con lo que nos ha enseñado Francisco. Nos dió una mirada más comprensiva, más amplia, y no puede responder hoy lo mismo que se respondía 40 años atrás”.
En tanto, sobre la vuelta del Papa a la Argentina en 2024 puntualizó que “es una mera posibilidad, no ha definido nada. Dijo que le gustaría, pero que habrá que ver. Tiene muchas cosas pendientes. Él siempre piensa, yo viví en Argentina, lo vi todo y ahora hay lugares que me necesitan, por ejemplo ahora va a Mongolia”.
Por otro lado, hizo mención al proceso electoral y señaló que “no podemos hacer política partidaria, sería una locura porque estaríamos expulsando a la mitad. Entonces tenemos que tener un cuidado muy grande. Evidentemente A veces uno habla de temas de la doctrina social de la iglesia y el que escucha lo interpreta como que uno está hablando desde un determinado partido”.
En las elecciones, lo que a uno siempre le duele es que este camino no sea un espacio de debate sobre los sufrimientos concretos de la gente y cómo los resolvemos. Es difícil pedir esto cuando hay una lucha de poder electoral, pero esperemos que eso ocurra. Pongamos en nuestra memoria, en nuestra imaginación, familias destrozadas, gente que vive indignamente, bastaría moverse un poquito, ir a las periferias”.
Y agregó que “tenemos diferencias ideológicas, pero sentémonos a ver cómo podemos de manera más eficiente resolverle estos dramas a la gente. Eso es lo que yo espero. Si no se puede esperar de este proceso electoral, ojalá sea después” concluyó.