En ese sentido, el funcionario explicó “una obra paralizada requiere una logística importante porque implica trámites, precios desactualizados. Cuando el estado deja de pagar la empresa tiene derecho a hacer reclamos” y mencionó que más de 30 obras paralizadas por la gestión de la ex Gobernadora María Eugenia Vidal “no sólo se pusieron en marcha y se terminaron, sino que tenemos 120 obras de pavimentación, 200 de caminos rurales y obras emblemáticas” entre las que mencionó autovías y caminos rurales.
Seguidamente, apuntó a expresiones políticas opositoras. “Quienes dicen que hay que cerrar el estado no entienden el impacto positivo que tiene (la obra pública), no sólo porque por la cuestión turística sino también por lo que genera en términos de producción”. Para Yzurieta “evidentemente no entienden lo que pasa en la provincia y no pueden ver los beneficios de la obra pública”, ya que las obras viales generan inversión y puestos de trabajo en industrias cementeras, canteras y de asfalto, entre otras.
“Lo más importante es que no estamos hablando de anuncios sino de lo que se está ejecutando. También tenemos un montón de kilómetros de rutas que necesitan mantenimiento, mejoramiento, bacheo y señalización”, indicó.
Tras enumerar una serie de obras en curso y otras por iniciarse, remarcó que “es importante que sepamos que la única garantía de que esas obras sigan en marcha es por decisión política. Que estén lanzadas y hoy las estemos ejecutando, no nos da cereza si tenemos un cambio de gobierno; la realidad es esa, porque es lo que ya sucedió. Tenemos obras muy buenas y todavía necesitamos una gran inversión”.
En ese sentido, concluyó “el gobernador nunca dudó en ponerle recursos a la obra pública, y eso es lo que nos da garantías. Un cambio de gobierno, una lógica distinta, el no tener fuerza para sostener renegociaciones con el FMI ponen en riesgo su continuidad”.