El reconocido actor Norman Briski es autor junto a Vicente Muleiro de la obra teatral “La conducta de los pájaros” que vuelve a la escena porteña y aborda una exposición y confrontación de ideas entre dos figuras históricas, Rosa Luxemburgo (Polonia, 1871-1919) y Manuel Ugarte (Argentina, 1875-1951).
Ella, teórica marxista, líder del partido Socialdemócrata y ardiente promotora de la autodeterminación de las mujeres; él, socialista reformista e incansable defensor de la unidad y emancipación de América Latina; ambos revolucionarios y coetáneos, traídos al presente, en la pieza, por el Lítero, quien los reúne en este momento de crisis en busca de un camino a seguir. No se trata solo de interpelar al pasado; se trata, sobre todo, de interpretar el presente.
Aunque Luxemburgo y Ugarte se cruzaron en Congresos de la II Internacional Socialista, probablemente no se hayan siquiera saludado. Solo la obra de Vicente Muleiro y Norman Briski, entonces, puede llevarlos a este improbable aunque preciso debate, ya que son sus propias palabras las que contrapone el texto dramático a través de sus discursos y escritos.
Briski dialogó con El Refugio sobre la puesta en escena nuevamente de esta obra y resaltó la figura de Rosa Ugarte quien “tiene un vuelo cada vez más alto, es impresionante y es un orgullo poder rescatar a Rosa y a Manuel Ugarte que es un contrincante a la altura de Rosa. En aquellos tiempos, nunca supimos si hablaron pero entendemos que no tenían mucha consideración con Latinoamérica, concentrados más en Europa pero Manuel tuvo su impronta, su participación que marca un punto en la historia muy importante para el socialismo argentino y rescatarlo del nicho tan radial que fue su tiempo y lo que vino después”.
“El cruce se da porque los dos están en la misma convocatoria por sociedades más jutas, más igualitarias, ha sido diferente la manera: Rosa consideraba a la clase trabajadora como un alternativa para el poder, Manuel era mas antropólogo, que cada uno busque sus maneras, Manuel terminó siendo funcionario de Perón y Rosa víctima de la brutalidad que se anunciaba antes de la aparición del nazismo”, reflexionó el actor.
Briski detallo además que es “una apuesta escénica más teatral porque Rosa tiene un vehículo de sus ideas y Manuel tiene otra con el sistema de las palabras, Rosa tiene una universalidad que es un vehículo muy distinto que en algún momento tiene contingencias claras”.
En torno a cómo ha logrado transitar la pandemia el medio teatral, el actor indicó que “la pandemia y la crisis económica castiga al teatro, los grupos han asumido la responsabilidad, ofrecen su trabajo y se remuneran de la posibilidad de la gente que viene y como la gente es la mitad de la gente por la famosa burbuja es que casi nadie puede ser rentable, el esfuerzo cae sobre el entusiasmo de los grupos que quieren hacer la obra pese lo que pese y un orgullo de estar con grupo Cooperativas que tienen entusiasmo que no tiene dependencia del dinero y como ellos no lo tienen, la sala se adhiere a eso”.