Los relatos se van situando a través de cuatro autores y autoras: "Crónicas de viajes, experiencia de Florencia Di Paolo, con imágenes de la película y fotografías de las obras de Salamone; la crónica de Sebastián Russo, que recorre las lagunas "Las encadenadas", con un estilo más ensayístico; la crónica de Alejandro Gomez Monzón quien relata sobre las localidades del noroeste la Provincia donde el arquitecto dejó sus principales obras, con una escritura de estilo tradicional y el texto de Patricia Rato quien elige el relato de ficción, a partir de entrevistas a habitantes del lugar”. Así, Joaquín Conde editor de Ediciones Bonaereses retrata los cuatros textos que componen "Ruta Salamone", un viaje a través de los monumentos y edificios que el arquitecto Francisco Salamone dejó en la provincia de Buenos Aires, durante la década de 1930.
En ese marco, Conde explicó que su trabajo de edición parte de ser oriundo de Vedia, partido de Leandro N. Alem, localidad en la cual el arquitecto dejó algunas de sus clásicas obras como el matadero o el mástil. "El nombre Salamone ya me resonaba desde siempre", explicó en diálogo con Camila Rodriguez Meza y Cuchi Calderón por AM 1270.
"Fue a finales del año pasado, a raíz del trabajo con el libro" y en colaboración "con el prologuista, René Longoni, fui interiorizándome mucho más con su obra. Si bien no es tan conocido para tanta gente, tiene su nicho, un nicho intenso", detalló.
Además, destacó que "el libro toma como idea inicial, la obra de Salamone como disparador de viajes, hay una especie de turismo salamónico, fotógrafos, dibujantes, que van por el interés de su obra; y hay muchísima gente que la revalorizó desde los años ´90 a partir de los viajes y excursiones quienes recorren la obra para conocerla, fotografiarla o dibujarla".
* Foto: Arquitecto Gastón Roel; Ingreso al cementerio de Azul
Por otro lado, Joaquín Conde resaltó que "la propuesta del libro es que lectores y lectoras puedan armar su propio viaje, su propio recorrido. Hay localidades que tienen obras mucho más monumentales, con un estilo mucho más vanguardista, futurista", detalló.
De este modo, contó que algo que le llamó la atención es "la cantidad de obras de licitación municipal que tenía y gracias al prologuista supe que se menciona a Salamone como el arquitecto de Manuel Fresco, gobernador de la provincia de Buenos Aires de ese momento, pero si bien algunas de las leyes aprobadas por Fresco permitieron que las obras se desarrollarán en la Provincia, eran licitaciones que se terminaban eligiendo por los propios municipios, y llama la atención de la habilidad de Salamone de elegir sus propios proyectos y el interés y la necesidad de los concejales e intendentes de la época frente a un estilo neocolonial o art déco, frente al futurista o vanguardista, eligen este diseño mucho más llamativo".
Por último, consultado sobre su trabajo como editor expresó: "El trabajo editorial varía mucho según las características de los borradores. Cada escritor tiene sus propios métodos por eso cada crónica tiene su particularidad, incluso la manera de comunicarse con los autores".
Es de recordar que Francisco Salamone nació en Sicilia, Italia y vivió en Argentina desde los cinco años. Se formó en el colegio Otto Krause en Buenos Aires y estudió en la Universidad Nacional de Córdoba, en pleno auge de la Reforma Universitaria de 1918 cuando estaban presentes fuerte discusiones respecto de las vanguardias históricas del arte.
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