En diálogo con 6 Grados de Separación la cantautora y música que desde hace algunos años se ha impuesto como una referencia ineludible de la cultura emergente en la provincia de Buenos Aires sostuvo “es muy fácil dejarse llevar por los elogios y es al mismo tiempo un camino muy peligroso. Siempre traté de tener mucho cuidado con eso y valorar los comentarios de las personas sobre mi trabajo”.
En ese sentido, agregó “al momento que decidí que esto iba a ser un trabajo para mí dije ‘esto lo tengo que ubicar en este lugar en mi vida y no aportar sentido hacia el valor sobre mi persona’. Siempre me concentré en no preocuparme por las modas ya que mi objetivo con la música no tiene que ver con pegarla, ser famosa o ganar un millón de dólares sino con comunicar. La música desde que tengo memoria es una vía de comunicación para mí, siempre me fue más fácil cantar las cosas que decirlas”.
Seguido, subrayó “a medida que fui creciendo y profundizando mi vocación fui descubriendo que había una audiencia que podía conectar conmigo y podía sentirse contenida con mis canciones lo que me parece asombroso. Entonces ese es mi motor al momento de componer, cantar e interpretar y no lo que esté de moda en el momento o lo que se espera de mí”.