En diálogo con Sin Alarma por Radio Provincia AM1270, Dora Barrancos recordó, en el marco del furor por la película de Barbie, que hace cinco años una de sus nietas quería comprar una de las famosas muñecas y Dora renegó. La respuesta de la niña no se hizo esperar: “Estás muy poco modernizada. Barbie ya no es más el estereotipo ridículo de las mujeres que solo viven superficialmente. Es una feminista independiente”. Con lo cual, asegura haber recibido un cachetazo enorme.
En ese sentido dijo imaginar que “el film no debe pasar de lo que llamamos la pátina de la actualización políticamente correcta”. Lo que no es malo, aclara, es que “a diferencia de algunas colegas que se desalientan un poco cuando habla algún patriarca, que hace adecuación del lenguaje solo para cumplir con el compromiso superficial de lo que se espera de ellos; yo creo que aún así, bienvenido sea. Yo no soy de aquellas que se sienten irritadas, porque así ocurren también cadenas de transformación. Yo creo mucho en la modificación de la sensibilidad”, dice mientras nos aclara que no vio la peli pero que ha asumido el compromiso de verla.
Dejando de lado la famosa película, abordó el tema de la importancia del lenguaje. Cómo el mismo es creador, nos constituye como sujetos. “La vida va mucho más allá del lenguaje pero es un puente fundamental entre las personas. Y hablamos no solo de las formas oral y escritas. Hay también un lenguaje corporal, incluso hay una articulación disidente con el propio lenguaje. Suele ocurrir que las personas decían una cosa y el cuerpo contradecía lo dicho”.
Da el ejemplo de las científicas mayores de 50 años que negaban rotundamente haber sufrido discriminación pero haciendo un asentimiento con la cabeza. “Creo que lo que está ocurriendo ahora –en el mundo- que es la tentativa del lenguaje inclusivo es muy interesante y no obliga a nadie”, remarcó. Sí a veces nos sorprende gente que es perdurable en el uso hegemónico masculino.
A medida que avanzaba la charla quiso hacer una confesión: “Estuve cenando con una gran amiga, Rita Segato, y coincidíamos en que nos resulta más fácil la verbalidad inclusiva, no nos brota espontáneamente como a les jóvenes que tienen una gran corrección y no pasan nada por alto. En cambio yo hago un poco de cocoliche, me sale espontáneamente la incorporación del inclusivo cuando hablo a plateas juveniles. Pero para escribir nos dábamos cuenta con Rita que es mucho más complejo. Tratamos de darle todas las vueltas que nos permite el propio español. Por ejemplo en lugar de decir las cuales o los cuales digo quienes”.
En ese marco afirmó que “a veces noto que alguna gente hace mucho estropicio con el lenguaje, no es una denuncia, sino que a mi no me parece que usen en lugar de “sujetos”, la palabra “sujeta” porque incluso da idea de sujeción. Otra palabra controvertida es “miembras”, ya miembros no es bonita. En cambio no me molesta para nada como “cuerpas”, me parece divertido, ya que se trata del impacto. Hay articulaciones que son tan transhistóricas que es muy difícil, aún para gente como una, tan progresiva, la incorporación de cierto modo de hablar. Creo que a las palabras tenemos que hacerlas vibrar y estallar como puentes, entonces invito a sofisticar el lenguaje porque cada término agranda o reduce lo que estoy queriendo decir”, reflexionó.
Sobre la importancia de los aportes de Rita Segato, recalcó que “nos relató la historia del cambio del lenguaje que comenzó en Francia a mitades del siglo XIX, en la Internacional de Trabajadores, los representantes obreros estaban preocupados por la dificultad del idioma para los segmentos populares“.
Por último, con respecto al panorama mundial sintetiza:
1. Las derechas se han puesto ultristas, hay extremas derechas y se ve también en el panorama nacional. Ya no hay derechas rosaditas.
2_ Las extremas derechas han hecho en el mundo programas antifeministas y antidiversidad. Antes había gente reaccionaria, ahora hay programas, como los 100 puntos de Vox. Hay que resistir mucho para mantener los derechos y aumentarlos porque no son eternos. En este país hemos vivido situaciones tremendas a lo largo del siglo XX, hemos visto desaparecer constituciones. Vimos destruir leyes con decretos.
3_ Por eso hay que estar alerta, pero yo soy una optimista. Pienso que la holgura que tuvo la restitución de derechos en las personas afectadas, la recepción y el uso de esos derechos en personas que a lo mejor ni sabían acerca de las luchas por esos derechos; más la expansión de los feminismos populares y de las comunidades trans, serán un dique a cualquier tentativa degradante y retractiva demoledora de derechos.