Valeria Alonso conversó con Enzo Maqueira y equipo sobre su novela “Las heroínas también tienen miedo” de Menos Cuarto, Ediciones.
Alonso es una artista que combina distintas disciplinas, cine, danza y televisión, también es acróbata y madre. En diálogo con Radio Provincia explicó "estoy totalmente atravesada por la migración, como la mayoría de los argentinos, pues lo hice carne y me fui al otro continente, donde vivo hace casi dos décadas".
Allí en España construyó un texto sobre la maternidad y los supuestos riesgos que impone la institución familiar. Preocupada por los términos y la manera coloquial de decirlo resaltó: "Presento la novela como autoficción, como la narradora que está atravesada por dos culturas. Me dí cuenta que tenía ganas de escribir de manera muy franca y personal. No tenía ganas de ficcionar el lenguaje, tenía ganas que se diga como hablo, con expresiones donde mezclo cosas".
Por otro lado, consultada por su libro, preocupada por ver lo ínfimo del lado b de la maternidad y una investigación/búsqueda acerca de lo político de la cuestión, expresó: “Es una mezcla que empezó siendo una reunión de todas mis inquietudes, sobre lo que me está pasando en el embarazo” donde a su vez, “empecé a ver todo lo que nadie me había contado, un estado de gracia de lo que debía ser el mandato, y empezar a decirlo y cuestionarlo, me parecía importante”.
Por su parte, la escritora dijo cuanto le parecía interesante debatir acerca de la institución familiar. "El libro se va a otra rama del embarazo, donde la protagonista empieza a cuestionarse el mundo en el que vive y al que va a venir su bebé”. Así es que debe viajar a su propia infancia, "el cómo llegó y el mundo en el que vive", tal como expresó.
Valeria Alonso, autora de "Las heroínas también tienen miedo" explicó que "la maternidad también contempla ideologías y como toda ideología está fundamentada en una determinada perspectiva, asesorada por nuestro gabinete emocional y alimentada por la lógica de la información”.
En ese sentido, enfatizó que éste es un libro que reflexiona, que encuentra más preguntas que respuestas. "La pregunta abre un diálogo y contesta a aquellos que buscan programar una cesárea; un paradigma donde parece que todo es riesgoso, y para no correrlo se deja en manos de los médicos. Empecé a encontrarme con violencia obstétrica desde la primera cita ginecológica, donde el tiempo es escaso, los estudios son exagerados, los diagnósticos son por protocolo y donde entrás a un sometimiento terrible. Es vivir un proceso que parece milagroso al crear una persona dentro de tu cuerpo, y por otro lado, te encontrás con todo un sistema que te quiere tirar para el lado de los peligros. Todo empieza a volverse peligroso y parir parece morir”.
Esto llevó a Alonso a empaparse del mundo de la violencia obstétrica. "Es la falta de respeto que recibimos desde que quedamos embarazadas, incluso antes de nacer el niño/a, a una serie de instrumentalización de un proceso que debería ser fisiológico y natural, se vuelve un proceso mecanizado, lleno de máquinas", detalló.
Al respecto, acentuó que en España la violencia obstétrica está empezando a denunciarse, a través de "estudios o información periodística donde está empezando a escucharse esto que es masivo; excepto si vas un lugar donde tienen un plan de parto respetado", aseguró.
En su libro, subrayó que lo que le interesaba "era extremar, en una especie de neurosis" algo que por momentos "se vuelve trágico, porque en realidad lo es".
Por último, Alonso se refirió a la adaptación cinematográfica de “Las heroínas también tienen miedo”. "Estamos terminando de producir un cortometraje que rodamos el año pasado en España, se llama “Mamífera” se va a estrenar prontamente. Y mi segunda novela que la acabo de sacar del horno, además de muchísimos otros proyectos en los que se encuentra involucrada la escritora.
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