Gabriela Parigi explica que tienen en común el deporte y la cultura en Instinto Amateur.
“Hace 17 años que me dedico al teatro desde diferentes perspectivas: soy docente, directora artística además de actriz e intérprete e hice gimnasia artística durante 16 años. Estoy como en una balanza paralela en el tiempo y veo que el ambiente deportivo y el cultural se parece mucho más de lo que creemos. Hay problemáticas que son muy parecidas y me resulta super interesante ahora como que con la obra se está rompiendo ese mito y construyendo ese puente.
“El ambiente deportivo sale al teatro y el teatro va hacia un ambiente deportivo. Hicimos la obra en el CENARD (Centro de alto rendimiento deportivo) el 3 de junio pasado. Es un lugar no convencional y muy importante donde concurrieron selecciones de varios deportes y luego hubo una charla – debate. Verdaderamente es un mito cultural que tenemos y creo desde lo más profundo de mi ser que nos parecemos un montón, más de lo que creemos”.
Parigi cuenta cómo comenzó con la gimnasia artística.
“Responde a algo que me sucedía físicamente de chica, era muy inquieta no paraba de saltar y mis padres me acompañaron y llevaron primero a danza a los 4 años. La profesora que enseñaba danza clásica vio que tenía un potencial más explosivo y le sugirió a mis padres que me mandaran a gimnasia artística porque mientras los demás hacían los ejercicios propios de la danza yo andaba a los saltos”.
“Tanto mis padres como la profe de danzas me dieron las herramientas para que pudiera encauzar mis movimientos y aprender toda esa inteligencia física y no por el lado del deporte y la competencia. Lo que pasa que una vez que empecé gimnasia ya a los 6 años estaba federada y entré al mundo de la competencia con buenos resultados.
Cuando me quise dar cuenta ya estaba en la selección infantil. El mundo de la competencia, el alto rendimiento fue una profundización de un proceso identitario. Si bien fue elegido es un ambiente muy exigente, hubo compañeras que pegaron el portazo y no aparecieron más. En mi caso gracias a mi familia y lo que me rodeaba tuve herramientas para visualizar el momento y que cuando terminara había más por hacer”.
“De todos modos cuando dejé la competencia igualmente atravesé por un duelo muy complejo. Me pasaba que las competencias las padecía aunque me iba muy bien pero en cambio las exhibiciones las disfrutaba un montón porque podía sonreír, ser más expresiva. Si bien es una exhibición y hay una exposición es desde un lugar más propio donde si te caías no pasaba nada, no te descontaban puntos”.
“Esa parte de la gimnasia que me encantaba , lo asocié mucho con estar en escena y rápidamente fui a buscar esos lugares. Fui a comedia musical, escuela de danza clásica de Julio Bocca. Estaba peleada con el circo porque creía que era parecido en cuanto a la exigencia a la gimnasia, algo así como que tenés un entrenador, el riesgo de sufrir lesiones, etc. Hasta que un día por causalidad fui a la muestra de fin de año de una clase de acrobacia de una amiga veo a un chico haciendo danza acrobática a través del lenguaje de circo contemporáneo”.
“El circo contemporáneo incluye circo, teatro, danza y no es solamente la prueba física la que prevalece sino que se utiliza la dramaturgia teatral y la danza en pos de la escena. Automáticamente me anoté dije esto es lo mío y es lo que vengo haciendo en las exhibiciones. No sabía qué me iba a dedicar a esto sino que me iba quedando donde me sentía bien”.
La obra “Consagrada, el fracaso del éxito" es un biodrama que parte de la historia personal de Gabi Parigi dirigida por Flor Micha.
“Consagrada apela mucho a la infancia de cada uno, a esta lógica del alto rendimiento si bien en el deporte está legitimado también lo vivimos como temática en la sociedad como el alto rendimiento en el trabajo, en la vida en general. Pareciera ser que para consagrarse siempre hay que entrar en ese modo y muchas veces se legitiman lógicas muy opresoras”.
“Algunas veces el camino hacia la consagración es muy tremendo, traumático y por cierto hasta con un componente religioso que tiene que ver con el sacrificio. Creo que hay que empezar hablar con la gente que alcanzó la consagración y ver cómo está. Se dice que el deporte es salud pero hay que preguntar a los atletas de alto rendimiento cómo está su salud mental, física y emocional”.
“La obra tiene varios mensajes de ese tipo y se pregunta qué se hace con todo esto. No es una crítica destructiva porque el deporte es muy importante como vehículo en la sociedad, pero pone en diálogo repeticiones que se pueden hacer de otra forma y depende de nosotros cómo las construyamos. A través de esta obra me he encontrado con muchos atletas con los cuales compartí Juegos Olímpicos y otras competencias y varios de ellos están tomando antidepresivos”.
“El caso de la gimnasta estadounidense Simone Biles que es negra, proviene de un lugar humilde, fue abusada y con todo eso llegó a ser campeona olímpica. Siendo la número uno puso en mesa de debate el tema de la salud mental y los abusos en la gimnasia artística. Pero sólo lo puede hacer porque es la mejor, si fuera la N°16 no la escuchan”.
Lugares dónde se puede ver la obra “Consagradas”.
“Recomiendo que entren al Instagram @consagradas.obra donde aparecen todas las fechas. La próxima función es en el teatro Haroldo Conti (Av. del Libertador 8151, Buenos Aires) el domingo 3 de septiembre”.