Actualmente la película en la que interpreta a una coreógrafa que es perseguida por un detective contratado por un hombre que sospecha una infidelidad, se proyecta en el Centro Cultural Kirchner los sábados a las 19.hs y en el Centro Cultural San Martín a las 20.hs.
En diálogo con 6 grados de separación, Alemann manifestó “por suerte tuve una recepción de la prensa muy amable y generosa”, y relató “la película es muy linda y vale la pena verla en el cine porque en algún momento la podremos ver en plataformas, pero no es lo mismo. El cine tiene como una situación de recato donde uno se concentra en la pantalla que además es grande, entonces se ve de una manera distinta y es mucho más inmersiva la experiencia”.
Seguidamente detalló “La sudestada cuenta un cuento muy chiquito sobre para qué sirve, qué es el arte, cómo es el proceso creativo y qué implica en las personas”, y contó que para Elvira, el personaje que interpreta, se utilizaron películas experimentales de su madre, destacada difusora del nuevo cine alemán en latinoamérica durante los años 70 y 80.
Respecto a su formación artística sostuvo “soy una persona de la experiencia más que de la academia, que me cuesta en términos de tener que cubrir todas las exigencias de la lectura y otras cosas vinculadas al mundo académico. Necesito tener un interés muy específico para poder aprender y estudiar, leo muchísimo, pero lo que me interesa”.
Sus comienzos estuvieron vinculados a la música, pero al poco tiempo decidió expandirse por otros territorios artísticos.
“Necesitaba un arte que incluya todas las disciplinas artísticas, porque me gusta el canto, la danza, la pintura y sobre todas las cosas, la escritura. Y el teatro es eso”.
Finalmente remarcó “nunca fui modelo. Hice propagandas, alguna que otra, pero me contrataron por ser figura pública, no por ser modelo”.
Foto de portada gentileza de Victoria Gesualdi.
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