En conversación con 'Club Lumiere', el director Hernán Guerschuny se refirió a 'Doble Discurso', su reciente película que mezcla comedia y política en su trama: "la idea de hacer la película surgió luego de unas charlas con Rafael Ferro (protagonista del film junto a Diego Peretti y Julieta Cardinali). Luego de eso, pensé otras cosas, y finalmente volví con esta suerte de adaptación libre y moderna de 'Cyrano de Bergerac' actualizada al mundo de la política. En ese momento 'Rafa' (Ferro) estaba haciendo una obra de teatro con Diego (Peretti), así que nos pusimos a armar esta idea que nos entusiasmó a todos. Después fue un proceso de varios meses de juntarnos, de charlar el guión y las características de los personajes."
Con respecto a la construcción del personaje principal de la película ('El Griego', protagonizado por Diego Peretti), Guerschuny explicó que "no tuve en mente nada que tuviera que ver con la coyuntura actual. Lo que más leí, mientras escribía el guión de la película, fue sobre los sofistas griegos. Eran tipos que ponían su poder de oratoria y argumentación al servicio de quien los contrataba. Eran personajes fundamentales en aquella Grecia, y a la hora de actualizarlo, me parecía que los asesores políticos actuales son unos verdaderos sofistas modernos. Son expertos en construir discursos e imágenes que sean compatibles a un objetivo electoral. Por eso pensé en ese personaje, en su nombre y en esa particular y contradictoria labor que es tener que defender con total convicción, una idea o discurso, pero al servicio del mejor postor". "
En cuanto al rol del periodismo dentro de la película, el director aseguró que "era otro eje que me seducía en esta historia. Observar cómo se ha ido convirtiendo el periodismo en los últimos 10 ó 15 años: de ser un baluarte en la búsqueda de la verdad a convertirse en un instrumento de las empresas que persiguen intereses muy claros. Hablo del periodismo dominante. Todo eso conviviendo en un mundo donde la política se ha transformado en herramienta de las corporaciones, y los asesores, gente contratada por esos políticos, que además, responden a esas mismas corporaciones. El mayor de todos los males, en realidad, ni siquiera son los representantes que votamos sino quienes están detrás de ellos".
Para Guerschuny, quien también es director de El crítico (2013) y Una noche de amor (2016): "siempre traté de entrarle 'por la puerta de atrás' a la comedia romántica. En esta película hay una historia de amor, pero me cuesta llamarla comedia romántica porque no sé si cuenta con las reglas de este género. Me parece que es un amor imposible de concretarse. Es una tragedia."
"Era muy importante la idea de que no hay grandes malos ni grandes víctimas, sino que todos lo somos un poco. En ese sentido, me parece que es la mejor manera de que todos -política, periodismo, empresariado y ciudadanos- nos hagamos cargo del rol que nos toca en el sistema en que vivimos. Estamos obligados a poder denunciar las cosas que no funcionan bien", finalizó.