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LITERATURA Y VIAJES MÁGICOS POR LA INDIA DE JOSÉ RIVAROLA
NARRACIONES EXTRAORDINARIAS

LITERATURA Y VIAJES MÁGICOS POR LA INDIA DE JOSÉ RIVAROLA

Por rocío coda / 7 de September, 2023
El escritor invitó a introducirse en "Los recuerdos vivos" un libro diáfano que discurre entre la vida de Ramachandra Gowda, Adelina del Carril, la espiritualidad y el hinduísmo.

Radicado en España, argentino de nacimiento, José Rivarola dedicó 20 años de su vida a viajar entre la India, España, Argentina y Francia. A partir de los años 60 sintió la necesidad de salir del país para descubirir cómo era vivir en otros lugares y volcar esas experiencias en la escritura.

Su libro "Los Recuerdos vivos" de editorial El Ateno es reflejo de aquellos años que transitó entre Argentina y la India. Como en una doble vida, donde lo que más le impactó fue el paso de un país occidental, con su aspecto de ciudad culta y pulcra a la India donde los colores, sabores y la música, son un mundo diferente. 

En diálogo con Narraciones Extraordinarias con Enzo Maqueira y equipo, explicó que en los años 60 y 70 era un hippie flaco, con pelo largo que iba a la India en busca de olvidarse del mundo. "Quedarme en la India, era como ser un gurú, esas cosas que se nos meten en la cabeza. La India de hoy es una India muy moderna, donde se mezcla lo antiguo y lo moderno, pero entonces, era una India muy bestial donde accedíamos  por tierra por la parte de Turquía, Pakistán". Por entonces, "estaba la guerra indopakistaní, con las fronteras cerradas". Para llegar, "había que esperar un barco que venía de Uganda con todos los refugiados que Idi Amin había pateado fuera, entonces ese barco llegaba a Carachi, nos subíamos cinco o seis, (estuve como un mes esperándolo) y de ahí la India. Entonces, toda esa historia es la que estaba escribiendo en Tirumalai cuando conocí a Rama (Ramachandra Gowda)", expresó.

Como monitor de teatro de niños y guía de aventura, relató que Rama es un personaje real llevado a la literatura. "De entrada me impactó. Fue en ese momento en que estaba haciendo de monitor”. Allí, Rivalora conoció a un indio que era más argentino que él mismo. “Aquí estamos con Mamita"- dijo, "y empezó a hablarme sin parar”, expresó entre charlas, “pregunto y me dicen, él llama “Mamita” a Adelina del Carril, la viuda de Ricardo Güiraldes”, el poeta y autor del clásico Don Segundo Sombra", detalló. 

Estando en Venezuela, Caracas, "viví cuatro años tras el viaje a la India en los años `74, `75, `76. Allá, de golpe ví el "Don Segundo Sombras" y me lo compré, con esa nostalgia de gaucho y de polvadera. Resulta que empiezo a ver que Don Segundo es un gurú y el otro un discípulo. Empecé a investigar y descubro que ese libro lo escribió en el año 1926 cuando ya Güiraldes estaba haciendo todo tipo de prácticas yoga”.

En diálogo con Radio Provincia, y casi como simulando el viaje con sus relatos, José Rivarola detalló que, por entonces, "cuando le cuento eso a Rama, me dice -te venís conmigo a Bangalore-. Rama me dió una maleta con todas fotocopias de documentos de Ricardo Güiraldes, cartas con Adelina cuando estaban enamorados, y el diario íntimo de Ricardo Güiraldes cuando hacían pranayama, cuando leían a Madame Blavatsky y el Tao Te Ching, en una sociedad rancia, de lata sociedad, lo hacían a escondidas, porque aquello parecía una total brujería”, agregó. La historia empezó hace 20 años, “ahí Rama se fue a Epuyén tratando de reflotar todo lo que el sobrino de Ricardo Guiraldes, el comodoro Juan José Guiraldo había censurado en las obras completas, en la parte mística y la parte política. En una casucha, en Epuyén estaba se abocaba a un trabajo bestial, sin saber qué iba a pasar con su escritura”.

Por otro lado, Rivarola postuló que viajó por el mundo con el objetivo de tener experiencias para su escritura y refirió: “Al comienzo, sí fue así”. Entre esas historias aparecía un Jack London o un  Ernest Hemingway, "porque quería vivir lo que escribía”, expresó.

Esos viajes no fueron en solitario, estuvo acompañado por ex mujer, "que es como mi madre, convivo con ella, Ana Calvo, con ella hice el viaje duro por la India, que al volver por Afganistán se me declaró una hepatitis tremenda, quedé amarillo, flaco y la convalecí en Estambul, un mes bestial. Después nos separamos”, reconoció el escritor.

En esa búsqueda por encontrarse con su espiritualidad, describió que entre sus viajes, volvió para encontrarse con la India porque fue "el país que más me enseñó, no sólo por la parte mística, sino por todo lo que allí sucede”, concluyó.

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