En diálogo con La Mecha por Radio Provincia AM 1270, el rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y presidente de la Asociación Argentina de Salud Pública Arnaldo Medina brindó detalles sobre el avance que acaba de anunciar la Comisión Nacional de Alimentos que permitirá producir y comercializar productos derivados de la semilla de la planta del Cáñamo.
Medina, explicó que se trata de un tema que tiene varias facetas. “Generalmente se habla del cannabis medicinal pero tiene otros usos. El Cáñamo tiene múltiples derivaciones y con la fibra hay una potencialidad enorme de desarrollo porque nuestro país tiene algunas condiciones que lo favorecen en este sentido”.
Seguido remarcó que “la comisión conformada de carácter federal por todas las provincias ha aprobado la semilla que tiene alto valor nutritivo. Esta industria es un posible vector de desarrollo en nuestro país”.
En ese mismo aspecto, Medina destacó que en conjunto con la Universidad Jauretche se ha creado una empresa “para apoyar a todas aquellas empresas que quieran invertir en esta industria como un posible factor de desarrollo”.
A continuación, señaló que ante este avance “la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), tiene la responsabilidad del control y aprobación de alimentos y que se ha modernizado a lo largo de los años. En nuestro país las personas que manipulan alimentos tienen los mismos conocimientos y formación y eso lo garantiza en el país”.
Al ser consultado sobre las características que contienen las semillas del Cannabis, Medina destacó que “son nutritivas y una muy buena fuente de proteínas. Cuando están de forma concentrada se puede pensar en la producción de alimentos, a bajos costos, que pueden tener alto valor nutritivo”.
Entre esos alimentos se pueden encontrar la producción de harina en polvo o consumir de forma natural en ensaladas, cereales, yogurts, salsas, frutas, vegetales, bebidas energéticas, batidos. También horneados de pan, muffins y galletas. Además, son una alternativa para fabricar leche vegetal.
Medina remarcó que “aquí tiene que intervenir la industria de alimentos y su ingeniería para analizar la aceptabilidad de los productos en las personas”.
En otro sentido, explicó que hay regulaciones vigentes que surgen a partir del trabajo de la agencia reguladora en la cual participan distintos organismos y destacó que “la ley y su reglamentación ha dado el paso de sacar el carácter punitorio y esa idea que ésta industria puede estar relacionada a consumos problemáticos”.
Por último, remarcó que “hay una red muy sólida de investigación en CONICET y fundamentalmente lo vemos desde al lado de las neurociencias que estudia desde esta rama los efectos, los usos posibles. Primero se sabe que es inocuo y está comprobada la utilización terapéutica efectiva en algunas patologías como en la epilepsia. En muchas otras enfermedades neurológicas, para el dolor”.