“Recién llegados a casa, felices de haber conseguido seis puntos sobre seis y haber superado una empresa tan difícil como es la altura de La Paz. Los chicos hicieron algo muy fácil de una situación muy compleja. El “Patito” (Patricio) Rodríguez que juega hace poco en el Bolívar dijo hace poco que en la altura sentís que morís”.
“Nosotros es la segunda vez que repetimos una estrategia de trabajo que nos llevó a darnos estos frutos más allá del resultado que consistió en ir con dos días de anticipación, dormir y entrenar en La Paz. De ese modo los jugadores van aprendiendo a gestionar sus esfuerzos, a saber hasta dónde pueden ir, cómo se pueden controlar, qué les pasa en cada situación y eso les da mucha seguridad”.
“Hay estudios fisiológicos que para empezar a tener adaptación se habla de una semana. Acá estamos hablando de una aclimatación a la altura pero nosotros hemos probado que a medida que pasan las horas en La Paz vamos saturando de otra manera el oxígeno. Al principio apenas se llega se necesita el tubo de oxígeno después ya no es necesario”.
“Si hubiéramos jugado apenas llegamos se hubieran necesitado muchos tubos de oxígeno, es muy difícil de jugar en esa situación. En cambio ya más aclimatados y saturando mejor, se van sintiendo mucho más cómodos, el entorno no es tan agresivo y le van perdiendo el temor a la altura. Igual no hay nada para combatir los 3600 m de altura”.
La administración de los recursos físicos en el partido unido a la estrategia de juego.
“Hablamos de gestionar esfuerzos, ser inteligentes, cómo ayudarse y complementarse. Estos jugadores superaron esta situación de manera increíble más allá que algunos no habían jugado nunca en la altura y se enfrentaron a una cuestión desconocida”.
“El plan de juego con jugadores como los que tenemos nosotros de una jerarquía inusitada es mucho más fácil. No es tan sencillo controlar la pelota a esa altura y lo hicieron de una manera que parece fácil. Los tiros de pelota parada son totalmente distintos a los que se hacen en el llano. Pero al tener tanta técnica individual que cualquier situación que se presente la pueden resolver”.
“Tuvimos solo un día de entrenamiento para que ellos pudieran leer el comportamiento de la pelota en la altura, cómo golpearla, saber cómo recepcionar y controlarla y eso fue suficiente. El compromiso del grupo es increíble. Leo (Messi) fue a la altura y hasta el último momento intentó jugar. Tiene una molestia y se decidió no arriesgar con todo lo que se nos viene. Pero fue, estuvo con sus compañeros, tuvo el cumpleaños de su hijo en el medio y es desde ahí que se baja una línea a través del ejemplo. Entonces el compromiso es total por parte de todos”.
El profesor Martín se refiere a la adaptación que hacen los nuevos convocados a la selección.
“Primero tiene que partir del jugador la idea de querer ir por más. Estamos contentos con este grupo porque ellos nos exigen a todos que pasemos al siguiente nivel. El mensaje desde el cuerpo técnico es que juega el que está mejor, el que está en un buen momento tiene su oportunidad y a todos se los observa con atención y por lo pronto no hay posibilidad de relajarse”.
“Pero más allá del mensaje que podemos dar los jugadores tienen un amor y un compromiso por la camiseta y han encontrado un lugar donde son felices. La gente los ama y se lo hacen sentir. Entraron en un círculo virtuoso que los lleva a querer ir por más. Estamos transitando un momento muy lindo y esperamos que continúe”.