En diálogo con Espejos Rotos María Alché se refirió al suceso del filme que escribió junto a Benjamin Naishtat, recientemente distinguida con un premio Goya y en el Festival de San Sebastián.
“Es una sorpresa muy grata, nos escribe gente desconocida y nos deja comentarios hermosos: reí, lloré, me conmovió, me dieron ganas de vivir”, dijo, al tiempo que agregó “es muy hermosa la sensación de que la película nos trascendió un poco y se la están apropiando las personas. Eso es lo más lindo que te puede pasar con algo, que deja de ser tuyo, que la gente vaya escuchando mientras va hacia Puan Transas (tema de Charly García que aparece en la banda de sonido de la película), o que en las salas la gente aplaude”.
Seguidamente agregó “se dió una confluencia de algo muy inusual que no pudimos prever para nada, porque no tenemos futurología de este tiempo histórico con la película. Y justo esa casualidad es algo que nos supera”, y explicó que “la hicimos muy a favor de la comedia de la risa feroz, en el sentido profundo de la palabra. También me alegra haber pensado en el género de comedia”, y poner en valor las producciones nacionales en ese sentido.
La idea del filme surgió durante la pandemia, cuando Alché y Naishtat con “una hijita muy chiquita” permanecieron “encerrados en un monoambiente de 30 metros cuadrados literal”. En ese contexto, “no imaginábamos ni ahí” lo que sucedería, y se plantearon hacerla lo más rápidamente posible de forma independiente con la idea de terminar el rodaje en 10 días. “Todo empezó de una manera súper independiente, anárquica y arrebatada, con un arrojo con poco cálculo”, afirmó.
Maria Alché y Benjamín Naishtat, los directores de "Puan", en la premiación del Festival de San Sebastián (Gentileza prensa FFISS)
Luego elogió la interpretación del personaje principal que realiza el actor Marcelo Subiotto y contó que durante el rodaje de su ópera prima Familias sumergidas Subiotto improvisó varias tomas de una escena donde canta en la cocina. La variedad de recursos desplegados por el actor hicieron que Alché tuviera ganas de encarar un proyecto con el talentoso actor.
“Entraba cantando en ruso, tocaba la guitarra. Inventó una película que estaba muy calculada con mucho guión cerrado, y en el único momento en que dije bueno ‘que haga lo que quiera Marcelo’ fue en esa escena que fue como un portal que me dijo hay que hacer algo con Subiotto”.
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