La periodista, especializada en cobertura de operativos policiales visitó los estudios de Radio Provincia para presentar su novela "Diario de Rosario" de la editorial Orsai.
Fabrykant contó que el libro, basado en una experiencia personal, da cuenta desde la ficción de las cobertura de allanamientos que hizo para diferentes ministerios de Seguridad y cómo fue que recopiló aquella experiencia en literatura. "Una forma de comunicación política que desarrolla el periodismo con un objetivo político", la cual trasladó a su novela, explicó.
Valentina es la protagonista, un personaje que tiene muchas aristas en común con la escritora. Ella "tiene la dualidad de trabajar con la intelectualidad" y con su cuerpo, expresó, "la parte física la desarrolla con mucha compulsión; es una puerta que le abre camino para relacionarse en la ciudad de Rosario cuando decide hacer el viaje", aclaró.
Además, relató que "siempre busca la adrenalina: asomarse al abismo", por ejemplo, como "un motivo para estar viva o un motivo para morir, no tolera la normalidad, la mediocridad, el punto medio; quiere ir siempre al todo o nada, y quiere estar viviendo siempre emociones intensas que le provocan el peligro en un allanamiento, en una pelea, con el uso de armas, incluso con el sexo y las drogas".
En diálogo con Enzo Maqueira por Narraciones Extraordinarias relató que la protagonista "viaja a Rosario para cubrir la cuestión de la guerra contra el narcotráfico", donde observa "la manera en que abordan el ministerio de Seguridad y la Policía, los carteles de Rosario".
Para Fabrykant, la excusa de las drogas, tan presentes en el libro deviene a partir de diferentes motivaciones: "La droga empieza a entrar desde la motivación del viaje porque sino no hubiera habido un problema de narcotráfico; el viaje no se hubiera hecho", detalló. Entonces, las drogas "son la motivación para la vida cotidiana porque el personaje tiene un problema de consumo y termina siendo una salida, una evasión a ese mismo gran problema que generó la droga".
La escritora recordó además que en su libro no le interesaba esquematizar tal como afirmó "en bueno o malo" la visión que este personaje tiene acerca de los agentes de policía y el rol de la institución. "Este personaje que se acerca al universo policial y ve los lados humanos de la policía, no lo convierte en una defensa de la policía", porque "no negamos el gatillo fácil, los casos de abuso, de violencia que la institución ha sido protagonista, pero sí mostrar una cara que el progre bien pensante no vió nunca que es la del policía como trabajador, humilde, maltratado; el último eslabón de la cadena que hace a la democracia", enfatizó.