Ezequiel Adamovsky es historiador y ensayista, investigador en el CONICET. Doctor en Historia conversó con Sergio Wischñevsky sobre su libro "Del anti-peronismo al individualismo autoritario" de UNSAM ediciones.
En diálogo con Radio Provincia historizo la raíz antipopular que la ideología liberal ha encarnado en un sector de la ciudadanía nacional.
En ese marco detalló que el libro particularmente recorre fenómenos que en apariencia parecen no están conectados entre sí. Uno de ellos es "el antiperonismo que fue una lectura de Perón como líder y el peronismo como movimiento, que estuvo informada por las categorías principales de la tradición liberal".
Es decir “el modo en que los liberales argentinos en el siglo XIX narraron la historia del país como una lucha de la civilización contra la barbarie en la cual la civilización debía abrirse camino desalojando esa barbarie representada por el `bajo pueblo`, rural, mestizado, insuficientemente blanco y europeo".
Por tanto, según Adamovsky, en la interpretación del peronismo lo que se pone en juego es una lectura que observa cómo "el liderazgo de Perón estaba volviendo a traer una barbarie mal erradicada; volviendo a dar al populacho un lugar indebido en la política".
El historiador denota a su vez que esa misma lectura aparece décadas más recientes con el antipopulismo. Una visión que no sólo es argentina, sino que es global: la idea de que los líderes a través de sus antelaciones y un estilo político propio, "movilizan al bajo pueblo contra las élites de manera indebida".
De este modo, concluye que "ese hilo conductor es el que conecta una expresión muy local como -el antiperonismo-, con algo más global como -el antipopulismo- y finalmente con esta -irrupción de las derechas-, fenómeno internacional que estamos padeciendo en estos días", aseguró.
Por último, sobre el concepto de "individualismo autoritario" que desarrolla en su libro dijo que es un término que trata de explicar que "detrás del atractivo que tiene esta derecha radicalizada, hay algo más que la bronca o un deseo de rebeldía que conecta estos sectores. Sino que hay un cambio subjetivo más profundo en parte de la población" el cual vinculó con la propuesta electoral de Javier Milei y el agotamiento de cierto horizonte propuesto por el liberalismo clásico sintetizado en la frase que dice: -el derecho de uno termina donde comienza el de los demás-.
Esa fantasía de un espacio individual "choca con el lado B o lado oscuro de la pedagogía liberal, que da derecho a defender tu espacio personal como sea, si es necesario -con el rifle en la mano-. Eso se canaliza políticamente en este enorme atractivo que tienen estas extremas derechas que prometen restaurar este orden individual y prometen hacerlo incluso pasando por encima los mecanismos democráticos", detalló.