Fuentes oficiales confirmaron a Infobae que el encuentro fue aceptado por Rodríguez Larreta luego de un primer llamado del secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, al vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y tras una larga distancia entre ambos Ejecutivos que se inició con el anuncio de la Casa Rosada de quitar una fuerte porción de recursos de la coparticipación federal de impuestos a la Ciudad.
De esta manera, Rodríguez Larreta, Santilli, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, y el secretario General, Fernando Straface, se reunieron tras el primer llamado en la sede de Uspallata, para analizar la convocatoria del Presidente.
Allí definieron que Rodríguez Larreta aceptaría la invitación del Presidente dada la gravedad de la situación epidemiológica y para respetar la institucionalidad. Sin embargo, también acordaron que sólo se discutirá sobre la pandemia, principalmente medidas de control y de mitigación de contagios, y ningún otro punto por fuera de esa agenda.
Tras la reunión de la mesa chica, Santilli le adelantó telefónicamente al secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, cuál sería la posición oficial del Gobierno porteño.
En ese sentido, le explicó que Rodríguez Larreta buscará proteger la educación presencial por sobre todas las cosas y también apuntará a resguardar la actividad económica lo más posible. Desde el Gobierno porteño también hicieron saber que se pondrían a disposición para coordinar la estrategia sanitaria de cara a la segunda ola de contagios.
Estas condiciones fueron luego comunicadas al Presidente, quien dio el visto bueno para terminar de coordinar la cumbre: será este jueves por la tarde en la Quinta de Olivos.
Uno de los puntos que se debatirán gira en torno a los parámetros objetivos que se tendrán en consideración para determinar la implementación de nuevas medidas restrictivas.
Alberto Fernández recibe a diario informes sobre la situación epidemiológica de todos los distritos por parte de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y luego analiza el panorama junto al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
La Casa Rosada observa con mucha preocupación el fuerte aumento de los contagios en el AMBA y estima que el “semáforo” que marca a la Ciudad de Buenos Aires como “amarillo” pronto podría pasar a “rojo”.
En la sede del Gobierno porteño comparten el diagnóstico pero en base a sus propios datos e indicadores. También coinciden en la gravedad de la situación y en la importancia de diseñar una estrategia coordinada para frenar el avance del virus.