“Cuando me había recibido en la facultad de medicina ya había decidido que mi norte iba a ser la investigación, en la facultad no nos preparaban mucho para eso. En ese momento ya Leloir tenía una reputación en nuestro país como bioquímico”. Leloir le recomendó presentarse a una beca en el CONICET y luego de acceder pudo compartir con él 4 años de trabajo.
“No sólo se aprendía sobre la parte profesional, era una persona muy querida con una personalidad parca, pero no inexpresiva” y destacó “la generosidad con los discípulos”.
Seguidamente Mordoh reflexionó sobre la coyuntura política y las posiciones expresadas por el candidato a presidente por la Libertad Avanza Javier Milei respecto a la quita de intervención del estado sobre la salud, la educación y la ciencia, que según pregonan, deben ser transferidas al sector privado.
“Uno cree que el sistema científico es indispensable para un país. Hay gente que dice lo que a mi gusto son pensamientos retrógrados y medio nefastos como abolir el CONICET: me parece terrible. Reconozco que todo es perfectible, pero eso no sólo es aplicable a lo científico sino a lo educativo, lo médico, y todos los ámbitos”.
En ese sentido, se explaya “el sistema científico tiene que existir, sobre todo porque hay una cantidad de talentos impresionantes” y señaló la dificultad que imponen los salarios bajos para que más académicos opten por el camino de la investigación en el CONICET. “Por ahí en otras carreras ganan más, precisamente por eso hay que cuidar la poca oferta que hay, mejorar y seducirla. Para mejorar usted tiene que mejorar sus ofertas, y para eso hay que convencerse de que es indispensable”, concluyó.
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