“Fue un caño no una rabona. Fue un momento que quedó marcado como una situación mística no sólo para el hincha de Boca sino para todo el público, como si no hubiera ocurrido de tan increíble que fue en esos cuartos de final. Riquelme hizo ese caño que tiene un montón de partes. Le llega la pelota reboleada, la tiene que frenar. Está de espaldas, tira el caño a (Mario) Yepes, gira y lo pasa por el costado y a partir de ahí Boca termina de cerrar esa serie”.
“A través de esa jugada lo que intento contar en el libro es acerca del conocimiento sobre el juego, el escenario, el rival que son parte de las bondades que tenía Román cuando jugaba. Es un conocimiento total de la escena, el manejo que hace de ella. Si bien la jugada dura unos pocos segundos tiene unos cuantos momentos que parece que se detuviera el tiempo”.
Un día como hoy 16 de noviembre de 1997, el entonces DT de la selección argentina Daniel Passarella hizo debutar a un joven Riquelme por las Eliminatorias en un partido que terminó empatada frente a Colombia.
“La historia de Román con la Selección me parece que fue un poco injusta porque fue el mismo Passarella que después no lo llevó al Mundial ´98, en un momento que quizás era uno de los mejores jugadores del mundo. Pienso que eran gustos futbolísticos. Bielsa siempre dijo que lo consideraba no sé si lento sino detenido”.
“Fue una pena que no lo llevaran en esos dos mundiales. Después jugó el Mundial 2006 y que terminó saliendo con un cambio inexplicable y ya no volvió a jugar mundiales para la selección. Luego tuvo muchas idas y vueltas, jugó los Olímpicos y ganó, algunas Copas América, renunció dos veces. Hubo muchos matices e historias por fuera del campo de juego”.
Hoy juega la selección campeona del mundo frente a Uruguay por la 5° fecha del clasificatorio al Mundial 2026. Tomasi tiene en marcha y se puede reservar un nuevo libro titulado “Los Mundiales Invisibles”.
“Lo escribí después del Mundial de Qatar. Hoy se cumple un año del viaje mío al Mundial y que fue muy conmovedor porque ver un campeonato completo es una experiencia que no había tenido. Fui a hacer una cobertura en un lugar tan ajeno y distante, a esa vivencia se sumó la fortuna de ir por primera vez y que salieran campeones. Todo eso derivó en las ganas de escribir este libro que está narrado en tiempo presente como si el Mundial estuviera sucediendo”.
“En Doha conocí gente que nunca me hubiera cruzado. Encontré a un periodista bangladesí Amitra Kumar Kundu que cubría su cuarto Mundial y como todo habitante de Bangladesh seguía con mucho fervor a la selección argentina, pero además con mucha curiosidad. Cuando me sentaba a su lado me hacía preguntas tales como a qué edad se casó Enzo Fernández o en qué estado se encuentra la crisis económica argentina”.
“Ese Mundial invisible para nosotros traté de volverlo visible al contarlo. Otro caso es de un periodista tunecino de un poco más de 40 años que se había criado con posters en su pieza del “Batigol” (Gabriel Batistuta) y se lo pasó todo el tiempo buscándolo porque sabía que estaba. Todos los días preguntaba si sabíamos dónde estaba Bati. Voy a decir algo más sobre este personaje, me enteré que en el entretiempo de la final pudo ver a su ídolo y obtener la foto que tanto quería. Eso también es parte de los mundiales invisibles”.
Las características del Mundial de Qatar 2022.
“Más allá de las cuestiones sociales, políticas y culturales, la ubicación hizo que muchos hinchas de otros países y vale el ejemplo de los países árabes tanto de Africa como de Asia, fueran a Qatar a hinchar por Argentina. Eso fue muy impresionante y se vio desde el primer día y hasta el último momento muchas camisetas argentinas y en particular muchas de Messi. Había una devoción total. Me crucé con un chico de Omán en el barrio donde estaban todos los argentinos y se sabía los nombres de todos los jugadores desde el primer mundial que vio en el ´98 hasta la actualidad y llevaba puesta una camiseta de (Matías) Almeyda”.
La posibilidad de ver por última vez a Messi en la selección y la obtención de la Copa que le faltaba.
“La sensación era que podría ser su último mundial pero también había algo que se había gestado al interior del grupo que era muy especial en cuanto a la mística. Además era el primer mundial sin Diego y eso le agregaba un condimento. Hubo una serie de cosas para que todo fuera muy emotivo y se culminaran en la desmesura de los festejos en Argentina. No sólo hacía mucho que no salíamos campeones sino que hay una generación que no había visto a Argentina campeón”.
Información para los lectores que quieran conseguir el libro “Mundiales Invisibles”.
Está en etapa de preventa, esto significa que se lo puede comprar para asegurarlo para cuando este impreso. Está en imprenta y estará disponible desde el 1° de diciembre. La editorial es Lástima a nadie, maestro.