En ese marco, recordó que en la segunda vuelta “gana aquel que tiene más cantidad de votos respecto del otro (…) Con tan solo un voto de diferencia gano el acto electoral”. Seguido, explicó: “Si luego cuando llegan los votos de argentinos residentes en el exterior y votos de las unidades de detención esto puede cambiar cuando hay poca diferencia, salvo que haya una diferencia notoria”.
Consultado por la diferencia entre el voto blanco y el voto nulo, Gustavo Mason apuntó que el primero “es aquel voto que emito presentando el sobre cerrado sin nada adentro, significa que no estoy votando a ninguna de las dos fórmulas presidenciales. Es un voto válido que no perjudica ni colabora con algunas de las dos listas”. Por su parte, el nulo “son los votos inválidos (…) es aquel que cuando el presidente de mesa abre el sobre y se encuentra -por ejemplo- con la boleta de ambas listas”.
En este sentido, el subdirector general de la CNE mencionó que “la Junta Nacional Electoral acaba de disponer que se puede votar no solamente con las boletas de los candidatos que sean del 19 de noviembre sino que también vamos a poder votar con aquella boleta de la primera vuelta electoral (22 de octubre)”.
Al respecto, señaló que “para que sea válido el voto tiene que estar como mínimo lo que se denomina ´el cabezal de boleta´” que es “el nombre de la agrupación, el número de lista y la categoría de cargos que está en juego, con que tenga únicamente eso es suficiente”. Y por lo tanto, “si están los nombres pero no a qué agrupación pertenece no se va a considerar un voto válido”.
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