Luego de su gran actuación en Santiago 2023 y pensando en París 2024, Vernice cuenta su experiencia y sus objetivos a futuro en Instinto Amateur.
“Llegué a Santiago sabiendo que era favorito pero también con la tranquilidad que si hacía las cosas bien al menos en el K1 iba a conseguir la medalla de oro y eso motiva. Obviamente que se vive de otra manera cuando sos el favorito”.
“Sabía que tenía que competir en forma tranquila sin intentar nada nuevo. Tenía que hacer lo que había hecho en los entrenamientos sin subestimar a los rivales. Competimos bastante este año contra los mismos palistas, sin ir más lejos en la semifinal del Campeonato del Mundo competí contra Jonas Ecker de Estados Unidos que fue plata en Santiago. Entrené mucho con Valentín (Rossi) que fue bronce y fue el podio de K1 1000”.
Vernice explica la diferencia entre las competencias en solitario o con más integrantes.
“En K1 no tuve problemas, sí en las pruebas de k2 y k4 hubo variaciones. El k2 podría haber sido oro y fuimos plata y el k4 que parecía plata y fue oro. Cuando somos dos o más las circunstancias están más atadas a los vaivenes del día. Esto es más frecuente en los campeonatos de mundo o JJ.OO, tal vez estoy en un lote entre el 4° y el 10° en el que las posiciones van variando y esas son las condiciones del deporte. Lo que te separa de los rivales es muy poco pero hay que saber dónde está tu nivel”.
El equilibrio entre el estado mental y el físico para la competencia.
“Trabajo con un psicólogo hace cuatro años. Hay que administrar los miedos, inseguridades y que siempre están presentes en todos los deportistas. Reconozco que no es fácil competir cuando sos el favorito y tenés todo para ganar pero hay que aprender y convivir. Eso habla bien de lo que se hizo y dónde se está parado. Es un momento incómodo pero si lo ves desde otro lado está bueno ser el favorito”.
El balance del año de Agustín Vernice.
“Es un buen año pero sobre todo por el rendimiento que pude lograr que fue mejor que años anteriores. Me quedó la espina de no haber competido bien en la final del Campeonato del Mundo, tuve algunos problemitas la noche previa y no pude hacerlo bien. Había clasificado a la final con el 2° mejor tiempo y las aspiraciones eran estar ahí cerca. En el entrenamiento había logrado un rendimiento físico único y es por eso que me quedó el gusto amargo”.
“Resumiendo la primera mitad del año que va hasta el Campeonato del Mundo fue muy bueno porque logré la clasificación a París 2024. La intención para los Juegos Panamericanos Santiago 2023 era mejorar lo hecho en Lima 2019 donde había conseguido dos oros, pero sabía que iba a ser muy complicado. Lo más difícil de todo fue mantener la energía, la motivación después de la clasificación olímpica porque la temporada se extendió tres meses más y no es lo normal en nuestro deporte”.
Cómo es un día en la vida de un palista de élite.
“Entreno mañana y tarde. Comienzo a las 8:30 con una entrada en calor y una hora después entro al agua y estoy por dos horas. Luego descanso una hora y hago otra sesión. Por la tarde intercalo entrenamiento en gimnasio con algunas sesiones en el agua. También complemento con un poco de trote. Resumiendo son entre 5 o 6 horas diarias “.
Este es un año a pura competencia y que todavía no termina.
“Ahora viene el Campeonato Argentino a principios de diciembre donde no voy a competir porque comienzo las vacaciones. Es un momento que hay que parar, recargar energía ya pensando en los Olímpicos del año que viene y seguir creciendo. Trato de no alterar que vengo manteniendo durante estos años porque la verdad ha dado buenos resultados. La última vez que estuve en el Nacional fue en 2018 porque la temporada había terminado antes y para mí fue el comienzo de los entrenamientos para el siguiente año”.