La prosecretaria de Medios y Publicaciones de la UNLP, Josefina Bolis, docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social conversó con Sergio Wischñevsky sobre la vinculación de los jóvenes con la política.
Su tesis doctoral "El derecho a progresar" indaga sobre la política pública "PROGRESAR" la cual según sus palabras, da cuenta de "un Estado muy presente construyendo proyectos de vida para los jóvenes, acompañando trayectorias vitales en escuelas secundarias, en los terciarios, en la universidad".
Su periodo de estudio va desde el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner al de Mauricio Macri, en el cual considera "hubo todo un viraje del sentido de ese primer PROGRESAR pensado como un derecho y la “beca progresar” que llamaba Macri al mérito, al esfuerzo, cambiando el sentido de la política, siendo un Estado que acompaña y otro que está premiando de arriba hacia abajo, cambiando el lugar enunciativo” de la misma.
Por tanto, Bolis resaltó necesario contextualizar el escenario actual "para saber qué están pidiendo los jóvenes” y en principio, alertó no adjudicarles el triunfo de Milei “porque fue un voto totalmente transversal”. En ese marco, relativizó el discurso estigmatizante que va en contra de los jóvenes Rappi que votaron a Milei” y apuntó a “complejizar un poco más el panorama".
En segundo lugar, dijo que “no hay que negativizar la agencia de los jóvenes como se suele hacer desde ciertas miradas académicas y progresistas, pensando que los jóvenes están incompletos. Esa es una mirada adultocéntrica" que objetiviza el error siendo que “si contextualizamos las condiciones en las que viven, más de la mitad está en la pobreza, con una situación de precariedad material y degradación de las condiciones de vida". Sumado a una "desilusión respecto a los modelos anteriores y una pandemia" en la que "en principio cuajó mucho la idea de libertad" durante el confinamiento".
La especialista en juventudes enfatizó que dicha caracterización es "inescindible para entender qué es lo que pasó" y alentó a "pensar qué tipo de ciudadanía están construyendo las redes sociales", lugar donde "resolvemos la mayor parte de nuestra vida: trabajo, estudio, acceso a la salud" y atender "qué tipo de plataformas son" pues tal como expresó "son las nuevas tecnologías de la deshistorización".
A continuación, se preguntó "qué tanta información se puede dar a través de estas plataformas ante esta fugacidad de los mensajes, con una gran dificultad para transmitir legado, historia, memorias", aseguró.
Por último, la entrevistada propuso "partir de contextualizar el lugar donde se socializaron esas juventudes, haciendo eje en una crisis de representación, que no es antipolítica".
Sin embargo, lo sí hay es "una fragmentación social, desafiliación o individualismo generalizado" encauzado en "una crisis de las instituciones tradicionales". Por ello, puntualizó "partir de ese contexto social y político" y observar que "lo que sale de la conversación de los jóvenes" no es "una crítica monolítica hacia el Estado, más bien alguna crítica a los modos de administración de los servicios públicos, un pedido de más eficiencia en el manejo de los recursos y mejor distribución".