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“SUPERFICIES DE PLACER”, UN VIAJE AL INTERIOR DE LA LÍRICA JACOBIANA
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“SUPERFICIES DE PLACER”, UN VIAJE AL INTERIOR DE LA LÍRICA JACOBIANA

Por Gonzalo Vecchi / 30 de November, 2023
Hablamos con Roberto Jacoby acerca de su flamante libro el cual repasa todas y cada una de sus letras, en un pasaje directo hacia el corazón de la poesía de nuestra música.

Parte 1:


Parte 2:



“Si usted está leyendo esto es porque tiene en sus manos un tesoro: el aporte jacobyano a la lírica de Virus. A este valioso compendio lo acompañan las liner notes del autor mismo: anécdotas, efemérides, testimonios de una época dorada en la que el pop se metía como un intruso divertido por nuestros oídos y estallaba con potencia filosófica y política en forma de mensaje-lobo dragueado de corderos”, reza la descripción de la contratapa hecha por Paula Maffia.

Sociólogo, director de academias informales, imán de cardúmenes afectivos, creador de las tecnologías de la amistad, Roberto Jacoby, que suele ser presentado con sus credenciales Di Tellianas, con Tucumán Arde y con todo un sedimento cultural al que le siguió sumando patrimonio cultural del pop, siempre un paso adelante en auscultar la realidad, como bien lo demuestran sus Diarios del Odio -aquella iniciativa que no hizo más que examinar las cloacas mediáticas y sacarlas a la luz-, lanzó recientemente su más flamante libro, “Superficies de Placer”, un compendio de todas sus letras. En otras palabras, un letrario jacobino.

“Surgió charlando con Nacho Marciano, él me dijo que había una canción que le había escrito yo a Federico Moura que se llama ‘Reportaje sincero y anticonvencional”, y el por qué no hacer algo como eso. Entonces pedimos a la gente que mande sus preguntas a través de Instagram para hacerlo”, explica Jacoby al respecto.

Al tiempo que añade: “Creo que en el fondo lo que hay es la idea de que él quedó siempre joven y bello eternamente, entonces la gente piensa ‘¿Cómo un cantante que es joven y bello se pone a hacer canciones con un viejo?’. En aquél entonces él no era famoso y yo no era viejo”.

“A veces me daba la música ejecutada en un ensayo y, normalmente, es como se componen las canciones que se van haciendo sobre la música que está hecha. Eso era lo más habitual, a veces componíamos con Federico cuando nos encontrábamos más relajados a escribir en la casa de él que era muy bonita y confortable, que quedaba en Viamonte y Suipacha, en el microcentro. Hacíamos las cosas previsibles en esas situaciones, nos poníamos siempre de buen humor, íbamos charlando e iba saliendo”, detalló.