En referencia a los residuos sólidos urbanos explica: “Se estima que cerca del 50% de los residuos sólidos domiciliarios son compostables. Compostar no es una tarea difícil, pero alguien tiene que hacerlo. Muchas veces las composteras pequeñas domiciliarias no logran completar el proceso con éxito y termina frustrando a quienes lo intentan con la mejor intención de disminuir su huella de carbono”.
Sus clientes son domicilios particulares, restaurantes, colegios, oficinas, etc. El cliente recibe un contenedor plástico (en los domicilios son baldes de 20 litros reutilizados) donde deposita todos sus residuos sólidos orgánicos. Semanalmente se retiran los baldes llenos de residuos orgánicos y se cambian por baldes limpios. Cada 4 meses, cuando el compost está listo, les entregan 10 litros de compost listo para usar a todos los usuarios.
Los impulsores de Benito Composta son Juan Ignacio y Rosario, quienes viven en Benito Juárez desde junio 2020. Son de Buenos Aires y gracias a la pandemia lograron algo que hace rato daba vueltas en sus cabezas, vivir fuera de la ciudad. Emprender con un modelo de negocio que se basa en la economía circular donde se le da una segunda oportunidad a los residuos convirtiéndolos en materia prima de excelente calidad.